El magnate mexicano, Carlos Slim lo aclaró en Argentina antier: “hay una devaluación del dólar que está generando una gran volatilidad en los mercados de materias primas, que provoca inflación en los alimentos. Eso puede ocasionar problemas en el mundo”.Ni siquiera la cumbre del Grupo de las 20 mayores potencias económicas del planeta (G20), realizada la semana pasada en Yokohama, ha logrado calmar la ola especulativa sobre los precios de las materias primas.
“El mercado de ‘commodities’ está alterado y eso provoca una especulación a gran escala. Los países más grandes están protegiendo sus actividades productivas, debido a que el dólar está débil. Al debilitarse esta moneda, las exportaciones de los otros países pierden competitividad. Por tanto, para evitar problemas en sus balanzas comerciales, se blindan”, explica el catedrático quiteño Francisco Arias,
La Reserva Federal de EE.UU. anunció su decisión de inyectar USD 600 000 millones a la economía para dinamizar el consumo. Eso, según el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, está originando “una bandada de dólares que se van depositando como palomas por todos lados, por lo que están todas las puertas abiertas para salir de la crisis mediante guerra de divisas, guerras comerciales, una deflación o una inflación mundial”.
De hecho, tal es la presión sobre las materias primas, que China se apresta a imponer controles de precios a los alimentos y a tomar medidas duras contra la especulación, especialmente sobre los productos s agrícolas. Con ello espera contener la presión inflacionaria que el Gobernador del Banco Central calificó de “riesgosa”.
“La presión inflacionaria importada contribuye a la gran alza en los precios de los alimentos de China. Los costos globales de los granos, el algodón y el aceite comestible han subido dramáticamente”, dijo el portavoz Yao Jian.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, la principal agencia de planificación de China fue más allá y amenazó que “aquellos que sean descubiertos especulando con productos alimenticios, maíz o algodón serán sancionados duramente”.
El peligroso problema que se cierne sobre el planeta también es visto con preocupación en el país. Según el analista de mercados, Fernando Escobar, “es difícil saber el impacto que tendrá en el Ecuador. Evidentemente, al ser un país exportador de petróleo, nos beneficiamos de precios elevados del barril. Y también de la exportación de materias primas. Pero, por el otro lado, al ver cómo han crecido las importaciones, podríamos tener costes altos en ropa, por ejemplo. Es decir, heredaríamos la inflación externa”.
En eso coincide Xavier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE). “No vemos grandes réditos por el lado de la exportación, nos manejamos en los mismos valores del año pasado. Pero sí hay graves problemas ya que el sector textil ecuatoriano depende totalmente de materias primas importadas. Eso podría afectar el precio de nuestros bienes de consumo final”.
Explica que, por ejemplo, en el caso del algodón ha habido un 55% de incremento en los precios entre el 2009 y este año. “A eso hay que añadir un problema adicional: la decisión de India de prohibir sus exportaciones de algodón. Eso ha sido el mayor impacto de los últimos 140 años, ya que este país es el segundo productor de esa materia prima. Y EE.UU., que es el primero, tiene el 70% de su producción comprometido con los países asiáticos. Se prevé, entonces, escasez para el otro año, algo muy grave”.
Lo mismo asegura Sebastián Hernández, un importador de piezas metálicas para distintos sectores productivos. “Hemos visto un alza de materiales como el cobre, por ejemplo. Eso nos ha impedido traer las mismas cantidades del año pasado. También pasa lo mismo con el níquel y otros metales, que se encarecieron entre un 10 y 20% en un año”.