Momento para el Pragmatismo

Durante esta semana el Gobierno ha tomado dos decisiones claves y largamente postergadas: comenzar la negociación de los contratos para la explotación de la minería a gran escala y reanudar la negociación de un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).

La explotación minera ha sido muy sensible para un Gobierno que dice respetar la naturaleza y el ambiente, pero que necesita de los recursos mineros para mantener un modelo económico sustentado en el alto gasto público.

Grupos indígenas y ‘ecologistas infantiles’ han frenado en varias ocasiones los intentos del Régimen para desarrollar la minería a gran escala, que le puede significar al Fisco miles de millones de dólares en inversión y regalías.

El momento actual parece oportuno para superar esas barreras, debido a que el país estará concentrado, hasta mayo próximo, en discutir las 10 preguntas de la consulta.

El debate sobre los contratos mineros pasará a un segundo plano y mantendrá ocupados a los grupos de oposición.

Lo mismo ocurrirá con la reanudación de las negociaciones comerciales con la Unión Europea. Grupos dentro del Gobierno, y también fuera de él, se oponen a esas negociaciones porque creen que será similar al Tratado de Libre Comercio (TLC) que se suspendió con EE.UU.

Mientras internamente se debatirá los temas de la consulta popular, el Régimen podrá cerrar la negociación con los europeos, lo cual requerirá de apenas un par de meses.

De conseguirlo, el próximo paso será plantear un acuerdo similar con Estados Unidos.

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