Ministro brasileño Mantega carga de nuevo contra FMI y países europeos

El ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, cargó contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), los consejos de sus expertos y la representación de países europeos como España en el seno de la entidad en un discurso avanzado este viernes.

La dirección y los expertos del Fondo “persisten en dar consejos que nadie les ha solicitado” sobre los controles de capital que Brasil practica, criticó Mantega en su discurso previsto el sábado ante el Comité Financiero Internacional del Fondo, adelantado en el sitio internet de la entidad.

Al mismo tiempo, los miembros del Fondo no han completado aún el proceso de redistribución de poder a partir de las nuevas cuotas pactadas en 2010, lo que está perjudicando a países emergentes y pone en tela de juicio la credibilidad de la entidad, atacó Mantega.

“La resistencia que están demostrando algunos países a la hora de acatar los acuerdos a los que llegamos... es profundamente dañina para esta institución y para la propia credibilidad de esos países”, añadió.

Mantega no mencionó en absoluto en su discurso ante el Comité (que define las orientaciones políticas del FMI) las negociaciones para aumentar el capital del Fondo, como desea la directora gerente Christine Lagarde, un debate que centra la reunión semestral del Fondo estos días en Washington.

Brasil rehúsa hasta ahora comprometerse a una cifra para aumentar ese capital, y exige, como otros países emergentes, que los países europeos, inmersos en plena crisis y recesión ecónomica, ofrezcan más soluciones a sus problemas.

Los ministros de Finanzas del G20 se reunieron este viernes al margen de la asamblea semestral, en principio para alcanzar un acuerdo definitivo para aumentar los recursos del Fondo, que Lagarde desea que sea del orden de 400 000 millones de dólares.

En su duro discurso Mantega retomó los argumentos que han convertido a Brasil en uno de los miembros más destacados del Grupo de países ricos y emergentes (G20).

“El FMI le ha dado un fuerte espaldarazo a las políticas monetarias en países avanzados, incluidas las recientes medidas tomadas por el Banco Central Europeo (BCE)”, dijo.

“Pero ha sido más reacio a apoyar las medidas defensivas que algunas economías emergentes se ven obligadas a desplegar en respuesta al impacto de esas políticas”, añadió.

El FMI aceptó por primera vez el año pasado que los controles de capital pueden ser una solución a la inestabilidad que generan, y Brasil tiene toda la intención de seguir aplicando sus políticas de defensa del real, añadió.

El Fondo aceptó una reevaluación de las cuotas y de la representación en sus órganos directivos tras la crisis de 2008 y las contribuciones extraordinarias que debieron hacer los países miembros, recordó Mantega.

Esas reformas debían en principio aplicarse de aquí a final de año, y el tiempo se agota, advirtió Mantega.

En representación de otros ocho países de la región, como Colombia o Ecuador, Mantega se lanzó en su discurso a criticar detalladamente el peso de algunos países en el seno del Fondo.

La crisis financiera de 2008 colocó el peso de la recuperación económica en los hombros de los países emergentes y es hora de pasar cuentas, resumió Mantega.

“No deberíamos reinventar la rueda. El relativo peso (de las economías mundiales) se mide mejor en términos de porcentaje en el Producto Interior Bruto (PIB) mundial”, dijo.

La cuota calculada para Brasil es equivalente a la de los Países Bajos e inferior a la de España, criticó Mantega.

España consiguió un modesto aumento de su cuota en el seno del Fondo tras las discusiones de 2010.

“La cuota de España, por increíble que parezca, es mayor que la suma total de las cuotas de todos los 44 países del África subsahariana”, explicó.

Suplementos digitales