Es una de las ministras más mediáticas del Gabinete. Aparece continuamente en los medios de comunicación, entre los flashes de las cámaras, siempre sonriente y amable.
Pero, la mayoría de veces que entra en escena, lo hace para desmentir alguna noticia o para asegurar que ya se está trabajando en saldar una crisis.
A la ministra Coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, los problemas en su campo de acción le ganan con un paso; por ejemplo: en agosto del año pasado, cuando se impuso la salvaguardia a Colombia, los transportistas pesados y los comerciantes cerraron la frontera norte, exigiendo la derogatoria de la medida.
Ella lo minimizó y aseguró que el conflicto se debía a una demora por el mayor control fronterizo. Una semana después, el problema se radicalizó y tuvo que viajar personalmente a Rumichaca a negociar un acuerdo.
“Tenemos buenas noticias”, es su típica frase, o ya está todo arreglado o nunca pasa nada. Así sucedió con los problemas del arroz, la leche y el azúcar, en las últimas semanas.
En el primer caso, informó de la existencia de una sobreproducción arrocera y dio por hecho que el excedente se vendería a Venezuela y Colombia. Caracas recibió parte de su contingente, pero Bogotá se negó a comprarlo.
Para evitar que la mayor producción y la falta de mercado ocasionen una caída de precios, el Gobierno se comprometió a comprar la saca de arroz a USD 28.
En el tema del azúcar, la escasez del producto tomó por sorpresa a las autoridades. Y cuando era evidente que el azúcar no llegaba a los consumidores, la Ministra aseguró que “existe suficiente cantidad en los ingenios”. Pero la escasez seguía y obligó al Régimen a vender directamente el endulzante a los consumidores.
Con la crisis desbordada, culpó a los especuladores. Ahora ofrece mayor control, medida que la toma tres semanas después.
En el mercado lechero, la raíz del problema se remonta dos años atrás, cuando el Gobierno definió una política de control de precios. Pero los productores lecheros empezaron a sentir esa camisa de fuerza y presionaron para el incremento del precio.
Eso provocó un cambio de timón de 180 grados en la ideología del Gobierno: liberar el precio al público del litro de leche ultrapasteurizada (UHT), lo cual dejó al descubierto el fracaso de la política de fijación de precios.
Y es así como desde la semana pasada el litro de leche ultrapasteurizada pasó de USD 0,65 a 0,75. La medida provocó la resistencia de la población.El pasado martes los comerciantes minoristas protestaron en Quito, mientras que ayer los estudiantes del Colegio Mejía protagonizaron incidentes en protesta por el alza.
Ante esto, Cely reacciona con calma, defiende las decisiones que se toman y enfila contra aquellos que “solo ven el lado negativo de las cosas. Hacemos las cosas técnicamente”, dice.
¿Quién es?
Es economista graduada de la Universidad Católica de Guayaquil. Máster en Administración Pública por la Universidad de Harvard. Fue Ministra Coordinadora de Desarrollo Social durante este gobierno y es la actual Ministra Coordinadora de la Producción.
¿Qué hizo?
Reaccionó tardíamente ante los problemas en los mercados del azúcar y la leche. Cuando aparecen los primeros síntomas de problemas los minimiza. Hoy no hay control sobre los problemas de especulación y contrabando en esos mercados.