Las mesas se llenan y la cuenta se eleva

El jueves de la semana pasada.  Así se veía el patio de comidas de El Jardín, a  la hora del almuerzo. Fotos: Paúl Rivas, Pavel Calahorrano, Patricio Terán y Vicente Costales / EL COMERCIO

El jueves de la semana pasada. Así se veía el patio de comidas de El Jardín, a la hora del almuerzo. Fotos: Paúl Rivas, Pavel Calahorrano, Patricio Terán y Vicente Costales / EL COMERCIO

Entre las 12:30 y las 15:00 de cualquier día faltan mesas y sillas para atender a los comensales de patios de comidas y restaurantes.

El desfile gastronómico es intenso de lunes a viernes y repunta durante el fin de semana, cuando la demanda de comida se multiplica por el número de miembros de los hogares. Sea por comodidad o por falta de tiempo, las reuniones familiares se hacen cada vez más frecuentes fuera de casa, aunque eso implique mayores costos, ya que los precios también han aumentado.

El repunte de este sector se ve reflejado en los establecimientos de comidas y bebidas registrados por el Ministerio de Turismo. El número de estos locales pasó de 11 061 a 12 863 en el último año. Es decir, un aumento del 16% a escala nacional.

La Tablita del Tártaro es una cadena que se especializa en parrilladas y que hoy tiene 29 locales a escala nacional. Paola Andrade, gerenta Comercial, sostiene que este año ha sido muy bueno porque existe una demanda en crecimiento. La ejecutiva agrega que este año las ventas de La Tablita del Tártaro han crecido un 25% respecto del año pasado.

Al ser consultada sobre las razones por las que la ciudadanía come cada vez más en restaurantes o patios de comida, Andrade dice que esto ocurre porque hay menos tiempo para comer en casa.

“Entre semana los consumidores almuerzan con compañeros de trabajo, de estudio o con amigos, mientras que el fin de semana el consumo es con la familia”.

Otro negocio que confirma el buen momento de los restaurantes es Los Cebiches de la Rumiñahui. Su jefa de Marketing, María Fernanda León, sostiene que la demanda crece conforme se van construyendo nuevos centros comerciales, en ciudades como Quito y Guayaquil.

Según la ejecutiva, en el sur de la capital todavía hay espacio para un tercer centro comercial, a pesar de que ya operan dos grandes ‘malls’ (El Recreo y Quicentro Sur). Esto, agrega León, muestra que el negocio de la comida puede expandirse aún más.

Los Cebiches de la Rumiñahui cuenta actualmente con 38 locales a escala nacional. 24 de ellos funcionan en locales independientes y 14 en centros comerciales. León reconoce que hay un incremento de precios pero no lo atribuye solo a la creciente demanda. “Así como hay bastante circulante y bastante demanda, también existe mucha oferta. La competencia de precios prima y no podemos elevarlos”.

Datos del INEC confirman que los precios en los restaurantes se han elevado por encima de la inflación general, reflejando por un lado el incremento en los costos de los alimentos y, por otro, el efecto que tiene la mayor demanda. Mientras la inflación ha rondado el 5% anual, en el caso de los restaurantes ha sido superior entre 1 y 3 puntos.

Este comportamiento de los precios se registra desde el 2008 hasta la actualidad. Por ejemplo, hace cuatro años la inflación anual de restaurantes fue de 12%, mientras que la inflación general se ubicó por debajo del 9%. Este año la diferencia se redujo a 1,7 puntos (ver gráfico).

María Victoria Gortaire, propietaria de Voglia, un establecimiento que ofrece almuerzos ejecutivos en el norte de Quito, señala que el precio del arroz, por citar un ejemplo, siempre sube. No obstante, Gortaire señala que el precio de su menú (USD3,10) se mantiene desde hace un año y medio. “Para no elevar el precio al cliente variamos los productos con los que elaboramos el menú”.

Los hábitos inciden

La gente está saliendo más a comer en restaurantes y eso lo corrobora el presidente de la Asociación Nacional de Restaurantes del Ecuador, Joffre Echeverría, quien sostiene que el sector de alimentos y bebidas ha crecido de manera significativa. Aquí no solo están incluidos los restaurantes sino también los servicios de catering y eventos y los servicios de alimentación para empresas.

Según Echeverría, la apertura de restaurantes para los segmentos socioeconómicos alto, medio y bajo ha repuntado. Cifras del Ministerio del Turismo señalan que en el 2011 se tenían registrados 7 651 restaurantes en el país y este año la cifra llegó a 8 826, un crecimiento del 15%.

Echeverría señala que el incremento ocurre por dos motivos. En primer lugar, los hábitos de vida de la sociedad ecuatoriana han cambiado. Las personas ya no tienen tiempo para regresar al mediodía a comer en sus hogares, como lo hacían décadas atrás, cuando las esposas no trabajaban. El segundo motivo: la gente tiene ahora más ingresos y prefieren comer fuera de casa, sobre todo el fin de semana.

Hasta este mes, la agencia municipal Quito Turismo contabilizó ocho restaurantes de lujo en la capital; 278 de primera categoría; 357 de segunda; 558 de tercera categoría y 546 de cuarta categoría. Para cada categoría se toman en cuenta parámetros como la formación de los meseros, el número de platos internacionales en el menú, las normas de calidad que tienen los restaurantes...

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