El Mercosur oficializará el próximo martes el ingreso de Venezuela como miembro pleno del bloque, tras muchas controversias y con la mira puesta en poderosos intereses políticos, económicos, energéticos y estratégicos que vendrán de la mano de la incorporación del nuevo socio.
La decisión de incorporar a Venezuela al bloque al que intenta entrar desde hace 11 años fue adoptada el pasado 29 de junio en una reunión a puertas cerradas en la que participaron los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Brasil, Dilma Rousseff; y de Uruguay, José Mujica.
Durante el crucial encuentro, celebrado en el marco de la 43. Cumbre del Mercosur, fue tomada en forma simultánea otra controvertida resolución política: la de suspender a Paraguay, el cuarto socio del foro, por considerar que la destitución del ex presidente Fernando Lugo no respetó los principios democráticos que pautan el espíritu del bloque.
Además de las controversias, la adopción de ambas resoluciones simultáneas esconde una paradoja. Durante todos estos años, Venezuela no pudo ingresar al Mercosur, aún teniendo el aval de Argentina, Brasil y Uruguay, porque Paraguay se opuso en forma tenaz acusando al gobierno del presidente Hugo Chávez, precisamente, de no ofrecer garantías democráticas.
La situación avivó por tanto la polémica. En Uruguay, las decisiones provocaron un entredicho en el seno del propio oficialismo. El canciller Luis Almagro manifestó que no concordaba con la forma en que se habían resuelto los puntos en cuestión, la oposición lo llamó a explicarse en el Parlamento y llegó a pedir su cabeza. También reaccionaron duramente el sucesor de Lugo, su ex vice Federico Franco, y sus aliados, los conservadores partidos Colorado y Liberal.
Franco llegó a presentar una impugnación de la suspensión ante el Tribunal Permanente de Revisión (TPR) del Mercosur, organismo encargado precisamente de atender controversias internas, que rechazó el pedido por “improcedente”. Algunos analistas alertaron sobre el hecho de que la forma como se tomaron las decisiones pueden configurar un “atropello” a las normas internas del bloque.
El resultado inmediato fue que el país guaraní quedó aislado en el mar de sus reclamos, mientras la puertas se abrieron para recibir a Venezuela. Los tres socios fundadores -menos el sancionado Paraguay-, confirmaron las resoluciones y lo expresaron públicamente: El Congreso uruguayo hizo una ratificación formal de las mismas, Rousseff invitó a Chávez a asistir a la cumbre extraordinaria en la que concretará su anhelada unión al bloque, y Fernández dijo estar “muy contenta” con el “ingreso formal de la República Bolivariana de Venezuela”.
En este escenario, y con la sombra de una crisis internacional que viene golpeando sin tregua a la comunidad europea, el ingreso de Venezuela está pautado por un juego de poderosos y millonarios intereses.
En cuanto el quinto socio ingrese en forma plena y definitiva, el bloque regional pasará a tener una extensión geográfica equivalente, aproximadamente, a las superficies de Francia y Alemania juntas -más de 900 000 kilómetros cuadrados- y una población total de unos 270 millones de habitantes.
Controlará las mayores reservas energéticas, minerales, naturales y de recursos hídricos del planeta y se convertirá en la región con mayores reservas mundiales de petróleo. Asimismo, el comercio intrabloque se verá estimulado con la incorporación de casi 30 millones de personas con creciente poder adquisitivo, que se convierten en un tentador mercado potencial, ávido de bienes de consumo que escasean en Venezuela debido a su baja producción industrial.
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, destacó al respecto la “fuerza energética, petrolera y ahora petroquímica” de Venezeula, la cual, aseguró, hará del Mercosur “un poderoso bloque económico” . Todo esto, según indicó el director de la Secretaria del Mercosur en Montevideo, Jeferson Miola, es sólo el comienzo.
La entrada de Venezuela, aseveró, puede convertirse en un factor de estímulo para el ingreso de otros países, como por ejemplo Ecuador, que ya está estudiando esa posibilidad. En palabras de Chávez, “el cuadro ahora está completo con Venezuela al Norte”.
“Aquí nace una gran potencia en Sudamérica y el Mercosur es el mayor motor que hay en la región para darle vida con el apoyo de todos los países”, dijo el mandatario del primer nuevo socio que integrará el Mercosur en sus 21 años de historia.