Los sombreros de paja toquilla que se elaboran en Azuay son apetecidos en los mercados internacionales por sus diseños, la calidad de la materia prima y el toque artesanal. Uno de sus principales destinos es la Unión Europea (UE).
Serrano Hat, una empresa que fue establecida en 1905, exporta el 80% de su producción a Francia, Inglaterra, Italia, Alemania, España y Bélgica, cuenta Julia Yunga, funcionaria de la firma.
Los importadores en esos países adquieren el producto sin pagar aranceles, lo cual ha permitido a la empresa ganar clientes en esos mercados. Cuando se cierra un contrato, la compañía extiende un certificado de origen del producto, lo cual le permite beneficiarse de las preferencias arancelarias, caso contrario el producto resulta muy costoso para los importadores.
Esta firma emplea a 50 personas y genera trabajos indirectos en la cadena de producción de un sombrero, que empieza con el cultivo de la paja toquilla (Carludovica Palmata). Luego viene la recolección, blanqueamiento…
Si Ecuador no llega a un acuerdo comercial con la Unión Europea, el escenario para Serrano Hat está claro: recorte de empleos a lo largo de la cadena.
Esta empresa facturó cerca de USD 1 millón durante el año pasado. El 80% de esos ingresos provino de Europa. El resto fue producto de las ventas hacia Estados Unidos, Chile, Argentina, Puerto Rico, Australia y Japón.
La Asociación de Toquilleros María Auxiliadora también exporta un 60% de su producción a Francia e Inglaterra. La presidenta de esta iniciativa, Marlene Castro, considera que un acuerdo comercial los beneficiaría en cuanto podrían incrementar sus ventas. Aunque, por ahora, desconoce sobre los detalles del proceso.
En un taller de 50 m², 10 mujeres tejen a mano el producto. Cuando aumentan los pedidos contratan a más personas. Castro dice que esta es una industria que conserva el tejido de la paja. “Es clave abrir mercados para continuar con la tradición”.