Las cosechas de hortalizas terminaron en Tungurahua. Esto trajo escasez, pero, paradójicamente, los costos de los productos se mantienen igual que en julio pasado.
Eso tiene una explicación. Los comerciantes minoristas decidieron mantener el precio, pero disminuyeron la cantidad de coles blancas, tomates, brócolis, pimientos, zanahorias y más en cada porción. Esta ‘estrategia’ se aplica en las ferias y en los mercados urbanos de Ambato.
“Las caseritas (amas de casa) no quieren pagar más. Por eso, hacemos esto”, dice María Quinatoa, comerciante de la plaza Primera de Mayo.
La caja de tomate se mantiene en 15 dólares, el quintal de zanahoria en 5 y el de cebolla en doce dólares. “Esperamos las nuevas cosechas para bajar el precio o aumentar la cantidad en las porciones”, explica Quinatoa, originaria de la parroquia Quisapincha situada a unos 20 minutos de Ambato.
Jacqueline Guevara se dio cuenta de la ‘estrategia’. “Hace dos semanas compraba 20 zanahorias por 50 centavos. Ahora dan 15. No me parece justo”.
Así ocurre en la plaza Colón en el barrio La Merced. El quintal de choclos se expende en 9 dólares. Siete unidades de ese producto se venden en un dólar. A mediados de julio por ese mismo valor se adquirían 10 y hasta 12 choclos.