La compra de leche para el Programa de Alimentación Escolar de Ecuador se redujo a dos días. Los ganaderos vendían 3,5 días a la semana, pero desde julio del 2022 dejaron de entregar un día menos.
La Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO) rechazó la decisión del Ministerio de Educación. La entidad redujo las raciones de leche para el desayuno escolar diario de 2,9 millones de estudiantes.
Los pequeños ganaderos denunciaron que ese día menos de leche se sustituyó por jugos y bebidas azucaradas.
Ese día menos de compra de leche afecta a los pequeños productores, ya que representa una reducción de 94 000 litros diarios.
El programa contemplaba la entrega de tres días a la semana, señala Gabriel Espinosa, presidente de la AGSO.
Precios bajos de la leche
Debido a la reducción existe una sobreproducción, por lo cual el precio del litro bajó a USD 0,30 y 0,35, denuncia Espinosa.
El precio oficial -dispuesto por el Gobierno de Ecuador- es de USD 0,50 más compensaciones por proteína y otros parámetros de calidad.
Ese precio solo lo recibe un 45% de los productores de leche, que comercializan directamente con las industrias lácteas. El resto no lo hace porque en la cadena está el intermediario (piquero), que realiza la recolección en los predios.
El dirigente enfatiza que los niños de las escuelas reciben jugos azucarados en vez de leche, que es nutritiva.
Con 1 millón de vasos de leche se puede potenciar al sector ganadero y se contribuye a la disminución de la desnutrición crónica infantil. Él no entiende cómo el presidente Guillermo Lasso puede combatir este problema dando jugos en vez de leche.
La posición del Ministerio de Educación
Juan Gabriel Casañas, subsecretario de Administración Escolar del Ministerio de Educación, confirma la reducción de la compra de leche de 3,5 a 2 días.
Aclara que las raciones de alimentación escolar no contienen jugos sino néctar de frutas y una bebida láctea con cereales. Casañas asegura que las cinco raciones, una diaria en la semana escolar, son nutritivas y cumplen con el aporte calórico. Las cinco raciones de la alimentación están vigentes desde el 2016.
Actualmente, los beneficiarios son 2,9 millones de estudiantes. Estos son de las escuelas públicas de las zonas urbanas y rurales en las jornadas matutina y vespertinas. Los niños contemplados van desde educación inicial hasta la general básica, y los de bachillerato de las Unidades Educativas del Milenio.
El lunes, los niños reciben leche entera de sabores con granola; los martes, néctar de frutas con galleta; el miércoles leche entera con barra de cereal; el jueves, bebida láctea de sabores con galleta y el viernes, es una bebida a base de leche con cereales.
Esta tabla se cambió desde julio del 2022, informa la AGSO. Antes de ese mes, eran tres días de leche entera.
Nueva alimentación escolar
Casañas asegura que se realiza una actualización de la tabla nutricional con un comité técnico para definir las raciones de la alimentación escolar para este 2023.
Para ello se hará un concurso, a través del Sercop, para que participen las empresas interesadas en la provisión del Programa de Alimentación Escolar. También pueden participar las tres actuales.
Las nuevas raciones se entregarán desde septiembre del 2023.
Casañas comenta que el presupuesto del 2023 para la alimentación escolar asciende a USD 150 millones y el año pasado fueron USD 122 millones.
En este momento, tres empresas entregan las raciones en cada una de las 12 383 instituciones contempladas. Las proveedoras son las empresas El Ordeño-Fortesan, Laffatoria Cía Ltda y Leche Gloria SA (Lechera Andina).
Juan Pablo Grijalva, CEO de El Ordeño y de la AGSO, comenta que reciben cerca de 100 000 litros diarios de 6 000 pequeños ganaderos. Ellos son parte del plan de alimentación escolar que creó El Ordeño para apoyar a los productores.
Pese a la reducción, El Ordeño no deja de comprar la leche, por cuyo litro paga más de USD 0,50.
Al no poder entregar las raciones alimenticias normales, la empresa elabora leche en polvo que mantiene en stock. “Nosotros no podemos dejar de recibir nunca la leche de los pequeños productores”.
El Ordeño participa con el 48% del total de los refrigerios. La Laffatoria Cía Ltda compra el producto a las industrias lácteas y provee el 44% y Leche Gloria da el 8%.
Ganaderos en alimentación escolar
La AGSO hace dos pedidos al gobierno. El primero que se suba el precio de la ración del desayuno escolar, establecido hace seis años y el segundo que se defina la entrega de cinco días de leche. Casañas dice que cada ración cuesta USD 0,33.
Casañas indica que las empresas proveedoras solicitaron que se vuelva a las tablas anteriores, que establecían el consumo de leche entera de 3,5 días a la semana.
Francisco Chiriboga, presidente de la Cámara de Agricultura de la 1 Zona, asegura que alertaron al presidente Lasso de este cambio. Para él, hay una falta de incongruencia con su programa para reducir la desnutrición crónica infantil.
“Vemos con mucho agrado que se combata ese problema social, para que los niños tengan un desempeño emocional e intelectual”, opina Chiriboga. Pero para eso se debe consumir la leche.
Dice que hay muchos casos de niños, quienes tiene en este refrigerio como único alimento en el día en las zonas rurales de alta pobreza.
El programa para la alimentación escolar está enfocado a 280 000 productores de la agricultura familiar campesina.
Alerta al presidente Guillermo Lasso
Este cambio de las raciones, asegura Chiriboga, es porque una de las empresas es una intermediaria pidió el reemplazo a jugos azucarados. Lo hizo porque no puede conseguir leche más barata y pagar el precio justo.
Afirma que los ganaderos han enviado cartas y pedidos al presidente Lasso y al Ministerio de Educación para que se retorne a las tablas anteriores. Además, que ya no se prorrogue más el nuevo concurso de oferentes del plan de alimentación.
Al respecto, Casañas dice que están abiertos al diálogo con los ganaderos y entienden su situación por los bajos precios que les pagan.
Benjamín Tarabata, pequeño productor de leche de las comunidades de Cayambe y miembro del Programa de la Agricultura Familiar Campesina (AFC), hace un llamado de auxilio al Gobierno. “Que no se quite la leche en el desayuno escolar y que por el contrario haya un aumento en el Programa de Alimentación Escolar”.
Él entrega su producción desde el 2016 a los centros de acopio industriales para el Programa de Alimentación Escolar. La producción y venta de su leche es el sueldo del campo, con el que mantienen a sus hijos.
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