Entrevista a Vicente Cevallos, socio principal de la firma Consulting & Tax.
¿Cuál es la realidad del país en materia tributaria? El argumento del Ejecutivo para emprender en reformas tributarias ha sido que en Ecuador aún hay espacio para mejorar las recaudaciones.
Cuando se hace un análisis sobre si en el país se paga más o menos impuestos deberíamos preguntarnos comparado con quién.
Por ejemplo, ¿con quién?Más bien quisiera plantearlo desde otro sentido. ¿Son suficientes los impuestos que se recaudan? Si se tiene un financiamiento bastante grande de la obra pública, las recaudaciones nunca van a alcanzar para solventar el Presupuesto. Si se tiene una balanza comercial desequilibrada y un ingreso limitado, nunca será suficiente la recaudación. Sin embargo, ha mejorado la composición del ingreso público.
¿Cómo ha mejorado?
Hay dos clases de impuestos: directos e indirectos. Los directos gravan sobre la renta y son los que más ayudan a cumplir el principio de la redistribución de la riqueza: quien más tiene más paga. Los indirectos, como el IVA, gravan las transferencias. Siempre se busca que la recaudación se oriente a los impuestos directos.
¿En el país sucede eso?
Existen cambios. Hace cinco años dependíamos más de la recaudación del IVA y era el componente más importante en los ingresos tributarios. Pero existe un avance en los impuestos directos.
¿Ese comportamiento responde a las reformas tributarias o a la recuperación de la economía y la producción?
La administración tributaria ha ejercido más presión en la recaudación, sobre todo del Impuesto a la Renta (IR). El control, las auditorías tributarias, el cruce de la información, la obligatoriedad para facturar han sido elementos que han ido regulándose poco a poco, pero solo lo han hecho en un mercado formal. Porque el comercio informal aún es una base importante que no ha sido integrada.
¿A pesar de las reformas tributarias permanentes?
Se creó el Régimen Impositivo (RISE) para que, voluntariamente, quienes tienen negocios, se integren a la base de contribuyentes, pero hacen falta auditorías.
Al revisar el financiamiento del Presupuesto se advierte que el Fisco trata de poner más presión sobre el sector formal de contribuyentes’
Si se tiene un volumen de gasto significativo, se necesita financiar la obra pública y su partida presupuestaria tiene déficit, ninguna recaudación será suficiente.
Pero, desde la perspectiva del Ejecutivo, en el país no se pagan impuestos, sea por evasión o elusión, y eso hay que atacarlo como sea.
No puedo atender a percepciones, se deben recurrir a las cifras y hay que analizar cuánto es la evasión y hay fórmulas para eso.
¿Una forma es relacionar la recaudación con el Producto Interno Bruto (PIB) del país?
Existen muchas distorsiones en la composición del PIB para analizar fríamente esta relación, porque no están registradas inversiones o ingresos de capitales.
¿Por ejemplo?
Las remesas que pueden destinarse a un taller y esto no está registrado en las cifras del Estado.
¿Pero se puede definir una relación porcentual ideal entre recaudaciones y PIB?
En términos generales diría que en relación con el PIB, la recaudación en materia de impuestos es normal. No hay una evasión tan alta y tampoco hay un 0% de elusión. El problema está sobre el financiamiento del Presupuesto.
Bajo la lógica de que el Estado siempre necesitará dinero, ¿ habrá que esperar reformas tributarias permanentes, como la que ahora se incluye en el Código de la Producción?
Con el Código se crean nuevos organismos públicos que significan un crecimiento del tamaño del Estado. Si el Estado crece en sus funciones necesita mayores fuentes de financiamiento.
Entonces, ¿el escenario de nuevas reformas tributarias para mejorar la recaudación, siempre estará latente?
Sí. Mientras más gaste el Estado más necesitará recaudar.
El proyecto de Código de la Producción aborda el tema tributario como un mecanismo para incentivar la inversión. ¿Es posible alcanzar ese objetivo con ese proyecto?
Si a usted le requieren una inversión mínima de USD 1 millón y le ofrecen la exoneración del IR por cinco años, un inversor de USD 1 millón no espera tener utilidades en el primero o segundo años. Cuando se invierte es posible que al tercer año se llegue a un punto de equilibrio. Exonerar por cinco años no significa un beneficio sustancial; las buenas inversiones generan rentabilidad a los cinco, seis, siete u ocho años. Pero con el Código, en esos años ya estarán gravados con el IR.