Las cinco funcionarias detenidas en Ambiente redactaron la denuncia del desvío de fondos. Ellas ahora buscan defenderse. Aquí sus versiones.
A. Lucía E. (nombre protegido) siempre le gustaron los números, por eso estudió Contabilidad. El 1 de agosto de 2011 ingresó al Área Financiera del Ministerio del Ambiente. Por su desempeño, el 23 de mayo pasado le comunicaron verbalmente que la ascenderían a contadora general. Un día después subió a un auto blindado, esposada y vigilada por dos policías fuertemente armados, por la presunción de desvío de USD 7,6 millones en esa Cartera.
Esa noche, en una pequeña celda de la Policía Judicial (PJ), junto con cuatro compañeras del Ministerio, trataron de reconstruir lo que pasó. Recuerda que el 24 llegó temprano a la oficina. Lo primero que hizo fue tramitar unos viáticos internacionales a través del e-Sigef, sistema informático con el que se realizan los pagos del sector público. “Pero el sistema no me registraba”.
Reportó el problema y se dedicó a otras actividades. Dos horas después le llamaron para que acuda al Ministerio de Economía. Otra compañera del área de Tesorería, en su versión judicial, recordó que a eso de las 14:00, en la hora del almuerzo, le llamó la coordinadora financiera, Índira Córdova. “Me dijo que de mi clave se estaban sacando dinero de la cuenta única y que me apure, por lo cual en ese momento salimos al Ministerio”.
La detenida insistió en que solicitó las claves para el personal a su cargo, pero nunca funcionaron, por lo que no “me quedó más que darles mi clave, porque recibía presión para que se realice el trabajo lo más rápido posible, aduciendo que si no lo hacían hay cualquier cantidad de gente que quiere trabajar”. Incluso aseguró que nunca le dieron un manual con sus funciones, pero hacía el control antes de solicitar el pago.
Otra de las compañeras detenida relató que sus superiores le obligaron a salir de vacaciones y que le pidieron que entregue su clave para ingresar al sistema a dos personas. A su regreso fue capturada. Pero Córdova, en su confesión, dijo que aquella funcionaria “pidió vacaciones”.
Lucía E. cuenta que en el Ministerio de Finanzas les informaron que se realizaron unas reversiones de unos ingresos, pero que probablemente se trataba de un error. Luego de hablar con funcionarios y chequear algunas veces el e-Sigef, vieron que la cuenta de viáticos de Ambiente estaba vacía porque se hicieron decenas de pagos a proveedores, cada uno de USD 80 000.
“Le pedimos al Sr. Argüello (funcionario de Economía) que nos diga qué sucedía porque no se había solicitado ningún pago. Él miró el sistema y dijo: ‘Este es otro desfalco”. Aún se estremece al escuchar esa frase. Dice que de inmediato informaron a sus superiores. En la oficina de Finanzas la gente corría de una oficina a otra, hacía llamadas a los bancos… Se llenó de personal, relató.
Dos de sus compañeras redactaron la denuncia, que luego fue firmada por Córdova. Entonces, les indicaron que el ministro de Economía, Patricio Rivera, quería conocer el hecho y que esperaran. A las 22:00, un fiscal entró a la sala donde permanecían y detuvo a dos compañeras. Tras breves minutos, el Fiscal volvió y detuvo a dos más. “Luego subió un policía y me dijo que estaba detenida. No recuerdo más”. Cuando se recuperó del desmayo estaba en el ascensor y un policía la sostenía. La esposaron y la subieron a un camión. “Somos madres, trabajadoras, cuando nos llevaron nos apuntaban con metralletas, nunca pensé vivir esto”. Desde la PJ llamó a su esposo, pero cuando él llegó solo pudo saludarlo desde la ventana de la celda. En la PJ, su marido se enteró de lo que pasó por los familiares de otras detenidas. “Regresé a casa y no sabía qué decirle a mi hijo. No tenemos esos dineros, somos gente honrada”, asegura mientras recuerda con nostalgia cuando la ascendieron.
Lucía está detenida porque le dieron la clave de Contabilidad cuando quedó a cargo de la unidad, para reemplazar a la encargada, que salió de vacaciones en abril pasado. Fue con autorización de Córdova -recalcó- y toda el área conocía la clave. En su confesión judicial, Córdova dijo que desde el 3 de mayo del 2012 dejó de ser Directora Financiera y ya no tiene acceso al e-Sigef. “Cada funcionario tiene su usuario y es su responsabilidad el manejo de su clave”. Dijo que en su área no se usa una clave universal. Mientras, el caso aún se investiga.
Fondos a cuentas prestadas
El supuesto desvío de fondos en el Ministerio del Ambiente, según las versiones judiciales, fue a parar en cuentas bancarias de personas que accedieron a dar el número y les depositaron.
“Conocí al señor Pablo D. y la señora Leydi Ch. en la 6 de Diciembre y Río Coca, él me habló de unos bonos del Banco Central, me solicitó para poner en la cuenta una cantidad de USD 1000 y le entregué USD 80 000 que me había realizado el depósito y eso fue todo”. Esta es una de las versiones tomadas dentro del proceso, que se investiga en la Fiscalía.
Otra de las involucradas cuenta que hizo “unos embarques de exportaciones a Venezuela a René G., en noviembre 2011, y le quedó debiendo USD 7 000… Antes del martes 22 de mayo pasado me informó que me cancelaba lo adeudado y que me pagaba por otras exportaciones, por tal motivo procede a realizar una transferencia de USD
80 000 a mi cuenta…”.
Luego le entregó a René G. varios cheques en blanco, en reposición por los USD 32 000, porque no podía sacar ni girar cheques hasta no tener el sustento de la transferencia.
Al gerente del banco tampoco le pudo demostrar la procedencia de los fondos, por lo cual le bloquearon la cuenta.
Un tercer implicado confesó que al salir de un almacén de material eléctrico un hombre se acercó y le dijo que quería comprarle las lámparas que vendía. Luego le preguntó si necesitaba un préstamo de USD 5 000. “Le dije que bueno, que sí me interesaría”.
Días después se reunieron y le ofreció transferirle el dinero a su cuenta. El 24 de mayo pasado le llamó para confirmar la transferencia, pero no había USD 5 000 sino USD 80 000.