Al finalizar el período para el cual fue electo, el Gobierno intentará atraer inversión extrajera al sector petrolero, el que ha generado USD 55 000 millones de ingresos por exportaciones desde el 2007 hasta la fecha.
Esa cantidad de recursos es mayor a los presupuestos que manejaron en conjunto los gobiernos de Gustavo Noboa, Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio, lo cual explica en buena medida el ‘éxito’ del actual modelo económico.
El sector petrolero, sin embargo, ha sido descuidado. Por un lado, la renegociación de los contratos petroleros, que demoró más de la cuenta, frenó por cuatro años las inversiones de las compañías privadas, dejando esa tarea básicamente a las estatales: Petroecuador y Petroamazonas. Lo anterior ocasionó una caída permanente en la producción, que aún no recupera los niveles del 2006.
Por otro lado, la falta de inversión en exploración ha ocasionado que el país vaya consumiendo sus reservas.
Al cabo de seis años, el Régimen dejará al país con un 20% menos de reservas. No es para sorprenderse, ya que también se gastó todos los fondos de ahorro que encontró al llegar el poder: Feirep, Feiseh, etc.
Con la XI ronda petrolera, que se abrirá este 28 de noviembre, el Gobierno intentará atraer unos USD 1 200 millones de inversión extranjera para encontrar nuevas reservas. Será una prueba de fuego para el Régimen, caracterizado por cambiar las reglas del juego. En este escenario de mayor incertidumbre, las empresas pedirán una mayor rentabilidad, lo cual pondrá a prueba los nuevos contratos petroleros. Si no son suficientemente atractivos, la única opción que quedará sería la participación de las petroleras estatales.