Latinoamérica y Europa abren su Cumbre

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Los líderes de la Unión Europea (UE) y de América Latina se reúnen hoy y mañana, en Madrid, en la VI Cumbre Eurolatinoamericana.
En la Cumbre, que se celebra cada dos años, se relanzarán las negociaciones comerciales entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la UE. Además, se sellará el acuerdo multipartes con Colombia, Perú y Centroamérica.
La vicepresidenta del Gobierno español, que ocupa este semestre la Presidencia pro témpore de la UE, Teresa Fernández de la Vega, dijo que los acuerdos con Perú y Colombia van más allá de lo comercial e incluyen migración, diálogo de derechos humanos, etc.
Además, celebró que Ecuador haya retomado el diálogo con la UE tras resolverse el contencioso del banano en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El pasado diciembre, la UE y los países latinoamericanos acordaron bajar los aranceles que el bloque impone a las exportaciones latinoamericanas de banano.
El pasado jueves el canciller, Ricardo Patiño, señaló que el país retomará en junio próximo los diálogos para un acuerdo de comercio con la UE. Entre el 11 y el 13 de junio, las autoridades del país se reunirán con el jefe del equipo negociador del bloque y con el director de política comercial europea para América Latina.
Antes, durante la cumbre del bloque con los países latinoamericanos, Ecuador podrá tener un panorama más amplio de la política comercial del grupo.
El encuentro entre los representantes de las dos regiones también será beneficioso para otros países. México y Chile esperan reformar sus relaciones políticas y económicas con la UE.
Los chilenos buscan diseñar las bases de la cooperación con Europa para la reconstrucción tras el terremoto del 27 de febrero.
Además, en la cumbre los 27 países de la UE y el grupo de Mercosur -formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- planean relanzar formalmente las estancadas negociaciones comerciales que comenzaron hace más de una década, y que fueron suspendidas en el 2004 por diferencias entre los bloques.
Los países del Mercosur dijeron entonces que no estaban satisfechos con la oferta de acceso al mercado agrícola de la UE, mientras que los europeos se quejaron de la falta de propuestas sudamericanas para abrir su mercado de telecomunicaciones y de la protección de sus industrias.
Algunos países europeos, como Francia, aún se oponen al relanzamiento de las negociaciones.