El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves la imposición de “aranceles recíprocos” a los países que gravan productos estadounidenses, con el objetivo de igualar las tarifas que esas naciones aplican a las exportaciones de EE.UU. y con la Unión Europea (UE) entre los principales damnificados.
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Aunque los nuevos aranceles no entrarán en vigor de inmediato y lo harán en “semanas” o “meses”, los primeros en recibir sanciones serán aquellos con un mayor déficit comercial con EE.UU. La decisión se enmarca en la estrategia de Trump de utilizar estos gravámenes como una herramienta de presión para obtener otras concesiones en comercio, migración y seguridad.
Esta decisión se suma al aumento del 25 % a las importaciones de aluminio y acero, que regirá desde el 12 de marzo, así como al gravamen adicional del 10 % a China y a las amenazas comerciales a México y Canadá, cuyos gobiernos consiguieron un aplazamiento hasta el 4 de marzo próximo.
Desde la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1995, las guerras arancelarias han sido una excepción. Sin embargo, las medidas anunciadas por Washington buscan configurar un nuevo escenario comercial global.
Conflictos comerciales más importantes de las últimas décadas
UE – EE.UU: la carne hormonada
En enero de 1989, EE.UU. decidió aplicar aranceles del 100 % a varios productos de la UE, entre ellos carnes, tomates enlatados y café instantáneo, por un valor de 100 millones de dólares, en respuesta a la decisión europea de prohibir el consumo de carne tratada con hormonas.
Según estimaciones, esta medida impidió a los ganaderos estadounidenses vender carne por ese mismo monto.
El litigio se resolvió en 2012, cuando la UE aprobó cambios en la legislación sobre importación de carne de vacuno que permitieron duplicar el cupo de importación desde EE.UU. y Canadá. Sin embargo, la carne de animales tratados con hormonas continuó fuera del mercado europeo.
La larga batalla de EE.UU. por el acero
En diciembre de 1992, el Gobierno de Washington anunció aranceles temporales de hasta el 58 % al acero importado de una docena de países—entre ellos Brasil, España, México, Alemania, Corea del Sur, Francia, Gran Bretaña, Suecia, Bélgica, Italia, Austria y Nueva Zelanda—, al considerar que los subsidios otorgados por esos gobiernos reducían su precio en un 148 % respecto al acero estadounidense.
En los meses siguientes, Washington amplió los aranceles e impuso otros adicionales a más países. Sin embargo, en julio de 1993, redujo a la mitad esas tarifas en una veintena de naciones, incluidas siete de la entonces Comunidad Económica Europea (CEE), y limitó el número de productos afectados.
Pese a ello, en 2000, EE.UU. retomó las restricciones con aranceles de entre el 5 % y el 19 % a Brasil, Japón, Corea del Sur y la UE. En 2002, la medida se extendió a China y Rusia, con incrementos que llegaron al 30 %.
El rechazo internacional fue unánime. La UE, Brasil, Japón y China llevaron el caso ante la OMC, que en 2003 determinó que los aranceles eran ilegales. Un mes después, el presidente estadounidense George W. Bush eliminó la mayor parte de esas tarifas.
UE – América Latina: la guerra del banano
En 2012, la UE y 11 países latinoamericanos—Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela—firmaron un acuerdo ante la OMC que puso fin a dos décadas de conflicto comercial conocido como la “guerra del banano”.
El problema comenzó en 1993, cuando Bruselas estableció un régimen preferencial para los países ACP (África, Caribe y Pacífico) y aplicó aranceles más altos a las importaciones de banano de América Latina.
Conflicto comercial entre EE.UU. y la UE por Boeing y Airbus
EE.UU. y Europa mantuvieron tensiones comerciales por los subsidios otorgados a los fabricantes aeronáuticos Boeing y Airbus.
Ambos gobiernos alcanzaron en junio de 2021 una tregua de cinco años tras casi 17 de aranceles recíprocos a diversos productos, incluidos sectores ajenos al conflicto, como la agricultura. La suspensión de las sanciones redujo las tarifas sobre exportaciones españolas de aceite y vino.
El conflicto se originó en 2004, cuando EE.UU. denunció que Airbus había recibido subsidios ilegales por 22.000 millones de dólares. La UE respondió acusando a Boeing de recibir beneficios similares.
En 2019, la OMC determinó que la UE había violado las normas comerciales con sus ayudas a Airbus y autorizó a EE.UU. a imponer gravámenes. En 2020, el organismo también concluyó que Boeing había recibido apoyo ilegal, lo que permitió a la UE responder con aranceles.
Guerra comercial entre EE.UU., China y la UE (2018-2021)
En marzo de 2018, la administración de Trump estableció un arancel del 25 % al acero y del 10 % al aluminio, con algunas excepciones, lo que afectó principalmente a China y la UE.
Posteriormente, EE.UU. elevó las tarifas a productos chinos del sector tecnológico e industrial, sumando un valor de 370.000 millones de dólares anuales.
China y la UE denunciaron a EE.UU. ante la OMC y aplicaron gravámenes a las exportaciones estadounidenses.
En enero de 2020, Washington y Pekín alcanzaron un acuerdo en el que China se comprometió a aumentar las importaciones de productos estadounidenses en 200 000 millones de dólares, mientras que EE.UU. redujo a la mitad algunos de los aranceles impuestos a productos chinos.
En mayo de 2021, Washington y la UE acordaron una tregua arancelaria en el sector del acero.