El Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae) espera cerrar el círculo en el control al contrabando con la incorporación, desde ayer, del patrullaje a lo largo del perfil costanero.
La Aduana realizó el primer operativo de control al contrabando con sus propias embarcaciones, cuatro lanchas rápidas que disponen de una autonomía de siete horas. Las naves recorrieron por la mañana el sector aledaño al Puerto Marítimo de Guayaquil, en el sur de la urbe.
Una de las lanchas permanecerá permanentemente para la revisión de las mercaderías que ingresan ilegalmente por el Golfo de Guayaquil; las otras tres se destinarán al patrullaje en Manabí, El Oro y Esmeraldas. En estas dos últimas provincias los operativos se concentrarán en las áreas marítimas fronterizas.
Anteriormente, los controles se ejecutaban con la colaboración de la Marina, a través de las embarcaciones del Comando Guardacostas (Coguar). Estos controles se realizaban, sin embargo, solo en aguas abiertas.
Esas tareas seguirán a cargo del Coguar. Ayer, el mayor Jorge Aguilera, director de Operaciones Marítimas de la Aduana, explicó que la Senae solo realizará los operativos de control en el perfil costanero, a través de recorridos en esteros y entradas de mar. “Las embarcaciones están diseñadas para navegar en aguas poco profundas, lo cual las hace ideales para recorrer esteros”, dijo.
Ayer a las 09:00 partieron las cuatro embarcaciones para realizar su primer patrullaje. La naves zarparon del muelle del Coguar ubicado en la Base Naval Sur. Las patrulleras se internaron por el estero Las Esclusas, un ramal del Golfo de Guayaquil.
Según la Senae, el control al contrabando por vía marítima se hace más necesario debido a los frecuentes decomisos de productos sin declarar.
Javier Cárdenas, director nacional del Senae, manifestó que solo entre diciembre del 2011 y enero pasado, la Aduana se incautó de mercancía valorada en USD 5 millones, que pretendía ser introducida por mar. Lo más frecuente en los operativos realizados con la Marina es el hallazgo de cargamentos de licores y ropa.
“Si bien es cierto hemos fortalecido el control en los puertos, había un punto adicional que era la parte marítima y con esto creemos que estamos cerrando los puntos de control en el país”.
El perfil costanero estará a cargo del mismo personal aduanero. Para ello se capacitó, durante un año, a 50 agentes aduaneros en operaciones marítimas. Los agentes acudirán armados a los patrullajes y con presencia de un agente de la Armada, por protocolo.
Según Cárdenas, los contrabandistas aprovechan la escasa vigilancia y la amplitud del espacio marítimo para ingresar ilegalmente todo tipo de mercaderías.
Xavier Suárez, presidente de la Cámara de Agentes de Aduana de Guayaquil, dijo que el control por mar es una buena estrategia para reducir el contrabando. “Mucha mercadería evade los controles por mar, precisamente porque resulta más difícil revisar a las embarcaciones”.
Lanchas rápidas
Las embarcaciones son impulsadas por hidropropulsión, al igual que lo hace una moto acuática. El sistema las hace más eficientes que el motor a diésel.
Otras naves de similares características se irán incorporando progresivamente al servicio de la Aduana.
En altamar, agentes de Aduanas acompañan al personal de la Marina para hacer la revisión de las embarcaciones. Las revisiones se realiza en naves de mayor capacidad de carga.
La mercadería que ingresa ilegalmente a través de los esteros se desembarca por muelles clandestinos ubicados en sectores aledaños al Puerto Marítimo. Se venden en las inmediaciones.