En el campo Ishpingo está previsto construir alrededor de 205 pozos petroleros. Inicialmente eran 293. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El desarrollo del campo Ishpingo, ubicado al sur del bloque 43 (Ishpingo, Tambococha y Tiputini), requiere de un tratamiento especial, por su ubicación geográfica.
Este campo ocupa una parte de la denominada zona de amortiguamiento del parque Nacional Yasuní. De las siete áreas donde se perforarán los pozos (plataformas), cuando se obtengan las licencias ambientales, cinco se encuentran dentro de esta franja de territorio que bordea a la zona intangible (ver gráfico).
Debido a la proximidad de Ishpingo con la zona intangible, que es ocupada por pueblos en aislamiento voluntario, el Gobierno debe cumplir con ciertos parámetros previo a la explotación de este campo.
El Decreto Ejecutivo 2187, suscrito en el 2007 por el expresidente Alfredo Palacio, establece que en la zona de amortiguamiento está prohibido realizar centros de facilidades petroleras.
A esto se suma el pedido que hizo en el 2006 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al Estado para proteger a los pueblos en aislamiento voluntario. Esto ocurrió tras las presuntas matanzas de las fueron víctimas habitantes de estos pueblos en 2003 y 2006 por supuestos taladores ilegales e indígenas.
Pese a estas condiciones, Carlos Pérez, ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, aseguró a este Diario que el desarrollo planteado para Ishpingo no va en contra de lo establecido en estos instrumentos.
El centro de facilidades petroleras, conocido como la Central de Procesamiento Tiputini (CPT), se encuentra en el norte del bloque 43, fuera del Parque Nacional Yasuní.
A esta área se accede por un sendero de alrededor de cuatro metros de ancho, en medio de la espesa vegetación de la Amazonía, cuenta con unos enormes tanques, separadores del crudo, gas y agua, y con generadores de energía.
Allí se procesan diariamente 340 000 barriles de fluido. De ellos, alrededor de 64 000 barriles corresponden a crudo.
Desde esta central se transporta el petróleo por una tubería hasta el bloque Edén Yuturi, hacia el suroeste del ITT.
Una vez que se autoricen las licencias ambientales para el desarrollo de Ishpingo, el crudo de este campo se procesará también en la Central de Procesamiento Tiputini.
Inicialmente, de Ishpingo se esperaban 18 000 barriles diarios de petróleo a partir del segundo semestre del 2019.
En Ishpingo se construirán los senderos, los pozos, y las tuberías que permita transportar el crudo (oleoducto), refirió el Ministerio de Energía.
En promedio, en este campo está previsto construir unos 205 pozos. En el plan inicial constaban 293.
“Sí se puede desarrollar el campo Ishpingo sin irse en contra de lo que establece el Decreto”, precisó Pérez.
Para proteger a los pueblos en aislamiento voluntario, la petrolera estatal Petroamazonas cuenta con un protocolo.
Aunque el Ministerio de Energía reiteró que no se han presentado estos casos, los operarios de la petrolera tienen que cumplir con un código de conducta “muy estricto”.
Este, según las autoridades, consiste en que si se divisa pueblos no contactados no se avanza con las intervenciones.
Incluso para estar más distantes de la zona intangible se resolvió eliminar tres de las 10 plataformas que estaban planteadas en un inicio.
Otra propuesta, aprobada en la Consulta Popular de febrero pasado, fue ampliar la zona intangible del Yasuní y reducir de 1 000 hectáreas a 300 hectáreas la zona para la explotación del ITT. Pero el Ejecutivo aún no ha emitido el Decreto para que esto se concrete.
Para Luis Calero, abogado petrolero, el desarrollo de Ishpingo está permitido por la Declaratoria de Interés Nacional aprobada por la Asamblea Nacional en el 2013.
Entonces, el legislativo limitó la explotación de Ishpingo sur, por encontrarse en la zona intangible. En esta área se encuentra prohibida la explotación de recursos naturales.
Para los colectivos ambientales estos argumentos no resultan suficientes para justificar la explotación del área.
Nathalia Bonilla, integrante del colectivo Yasunidos, mencionó que debido a que Ishpingo está dentro del Parque Yasuní y de la zona de amortiguamiento, el Gobierno debería reconsiderar la explotación de este campo petrolero.
Además, Bonilla expresó que los pueblos en aislamiento voluntario se movilizan en todo el parque Yasuní y no solo en el área intangible. “Decir que no se afecta a los pueblos no contactados es una ficción”.