Irán busca socios para escapar del embargo
Desde el 2007, el nombre del mandatario iraní, Mahmud Ahmadineyad, se escucha cada vez con más frecuencia en medios de la región. Las visitas que efectuó ese año a Bolivia, Nicaragua o Ecuador fueron de carácter diplomático, pero también se abrió una agenda comercial.
Hoy se habla de un intercambio comercial entre Irán y la región que bordea los USD 4 000 millones al año. El 90% de esas transacciones pasa por Brasil y Argentina, principalmente, según datos del Centro de Estudios del Medio Oriente Contemporáneo.
Paulo Botta, director del Centro, con sede en Córdoba, Argentina, cree que, en principio, el acercamiento se dio con el Gobierno de Venezuela por dos razones: las relaciones con la OPEP y el discurso antiimperialista de Hugo Chávez. Además, Teherán aprovechó que EE.UU. descuidó la región en la primera década del siglo XXI.
Desde mediados del 2009, en la última etapa del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, Brasil también se acercó a Irán para asumir su papel de “jugador global” en la comunidad internacional. En palabras de Botta, los iraníes estaban interesados en Brasil por ser una potencia económica y política. Lo miraban como otro punto de entrada a la región.
No obstante, la relación entre ambos países se enfrió con la llegada de Dilma Rousseff a la presidencia brasileña. Los espacios se cerraron y Teherán volvió a mirar a Venezuela como su principal aliado en esta zona del planeta.
Al hablar de las relaciones comerciales con ese país, sancionado en la ONU y con embargos comerciales por parte de EE.UU. y la Unión Europea, los gobiernos de la región deben estar conscientes de que esto puede generar un costo político “¿Están dispuestos para pagar ese costo?”, sentencia Botta.
Otro dato: en el intercambio comercial, el 85% corresponde a exportaciones de América Latina y el 15% a importaciones que la región hace desde Irán. Lo que se envía a ese país comprende carne, aceites, maíz, trigo, arroz, soja, etc. Lo que se trae es maquinaria, en su mayor porcentaje.
Para Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), el acercamiento de la región con Irán y otros países como China o Rusia es absolutamente válido. En el caso específico de Teherán, Bárcena indica que los países productores de petróleo mientras más unidos estén en sus políticas es mejor. “Sirve para intercambios tecnológicos, de expertos y para observar cómo se avanza el mercado y para conocer los productos de cada país”.
Pero otro analista, que pidió la reserva de su nombre, discrepa en esa visión. “El asunto es sencillo. Mientras más socios comerciales tiene un país, en este caso Irán, es mejor para su imagen. Así exporte un dólar, gana espacio. Es un asunto geoestratégico”.
Punto de vista
Douglas Farah / Periodista e investigador de EE. UU.
‘El gobierno de Rafael Correa arriesga mucho’
Con la enfermedad de Hugo Chávez, Rafael Correa ha asumido el liderazgo en las relaciones Alba-Irán. El caso de Cofiec demuestra que Correa está dispuesto a arriesgar mucho con el resto del mundo para consolidar su relación con Irán. Y de hecho se ve que está bastante avanzado. Ecuador parece estar jugando un papel importante en cuando a ayudar a Irán a romper las sanciones internacionales. Hay varios factores, además de la voluntad de Correa que han permitido esto: la dolarización, que permite acceso a dólares a un Régimen aislado económicamente; cercanía a Panamá, donde Irán y Venezuela hacen una gran parte de sus compras de doble uso (‘dual use’) y compras que no puede realizar en el mercado internacional fácilmente.
Hay centenares de iraníes entrando a Panamá mensualmente, muchos de ellos desde Ecuador. La inteligencia iraní ya está funcionando en todos los países de la Alba, pero han incrementado mucho en Ecuador y Bolivia, talvez para asegurar la sobrevivencia del proyecto bolivariano con la ausencia de Chávez.
Hay muchas actividades con Irán que el público no conoce, por la falta de transparencia de los gobiernos bolivarianos.