Aromas del Ecuador, una feria internacional que concluyó ayer en Guayaquil, puso en escena las fortalezas y debilidades del sector cacaotero y cafetalero del país.
Por un lado está la etiqueta de ‘alta’ calidad del grano, por el otro las críticas a la dependencia a la materia prima. De allí que el objetivo de esta cita fue incentivar su industrialización y consumo.
Pero la tarea no es sencilla. Por ejemplo, a los fabricantes de chocolate ‘dark’ u oscuro se le hizo menos complicado ingresar a mercados extranjeros, que al propio. Lo lograron apuntando a nichos ‘gourmet’, donde obtuvieron reconocimientos especiales.
Las barras de la empresa Pacari fueron reconocidas como el segundo mejor chocolate crudo del mundo, ya que contiene un 70% de cacao fino y es exportado.
Hace un año ya comercializa a nivel interno productos élite, entre ellos, trozos de ‘pepa’ de cacao recubierta con chocolate con sabor a banana, natural o jenjibre. “Nos ha ido muy bien, la gente empieza a reconocernos en los supermercados y gustan de nuestra barras con sabores regionales y sabores andinos (hierbaluisa, mortiño o ají)”, explicó Constantino Vinueza, representante de Pacari en Guayaquil.
En seis años, la marca Chchukululu conquistó mercados ‘gourmet’ europeos con su producto al 55% de cacao, mientras que en tres años Hoja Verde cautivó a los importadores con sus bombones rellenos al 58% de esta materia prima y con sabor a menta, maracuyá, mandarina y guayaba.
“Ya estamos terminando los trámites para poder ingresar a las cadenas de supermercado de Ecuador”, manifestó Juan Román, gerente comercial de Hoja Verde.
“Creo que desde hace dos años existe esta tendencia de querer conquistar el mercado interno”, expresó Rodrigo Pazmiño, coordinador sectorial de Pro Ecuador.
Lourdes Delgado, presidenta de la Corporación Cacao Forum (para el fomento del cacao fino), calcula en menos de 500 gramos el consumo per cápita de chocolate en Ecuador. Mientras que el consumo promedio en países de la Unión Europea (UE) es de 4,91 kg, con casos excepcionales como Alemania (9,29 kg).
Similar escenario atraviesa la cadena agroindustrial del café. El consumo por persona al año es de 700 gramos, cuando en Colombia la cifra sube a 4,5 kg.
Mientras en otros países hay alta demanda por el café soluble ecuatoriano, dentro del país el consumo es mínimo. Además, Ecuador no puede competir en volumen y se enfocó en ofrecer cafés especiales de altura.