Al puerto de Manta llegan diferentes buques que llevan y traen contenedores. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.
Mientras Ecuador planifica y ejecuta inversiones nuevas en los puertos de Posorja, Bolívar y Manta, la industria naviera en el país y el mundo lucha contra corriente.
El mercado de transporte naviero presenta una sobreoferta de espacio que incide en la disminución de los fletes, lo que ha afectado significativamente los costos de operación del sector de transporte marítimo.
Las navieras adquirieron años atrás buques de mayor tamaño, pero el comercio no ha crecido en el mismo volumen. Juan Jurado, presidente de la Cámara Marítima del Ecuador (Camae), explica que hay exceso de espacio en los barcos, poco producto y, por ende, menos cantidad de fletes.
En Ecuador operan 23 líneas navieras y ninguna es nacional, por lo que el negocio está en manos internacionales.
Jurado dice que este año en el país, después de un intento de salir a flote en los primeros meses, nuevamente están cayendo los fletes de una manera dramática. El gremio habla de una disminución del 35 %, aunque no da cifras del total realizado en este período.
Según la Subsecretaría de Puertos, el año pasado llegaron 113 naves menos que las arribadas en el 2014. También se registró una reducción en la carga movilizada, que pasó de 19,7 millones de toneladas de carga en ese año a 19 millones de toneladas durante el 2015.
Esta situación ha provocado que las compañías tengan que bajar precios para conseguir la mayor cantidad de carga para llenar sus espacios.
Para dar un ejemplo del deterioro de los fletes, los contenedores que antes venían desde Asia hasta por USD 2 000 ahora llegan por USD 350.
El principal beneficiario con esta situación es el sector bananero, que es el principal cliente de las navieras. De los 300 000 contenedores que se exportan al año, 200 000 son banano, según datos de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).
Para Eduardo Ledesma, presidente del gremio, los precios bajos de los fletes han mejorado la competitividad y les han permitido ganar más por volumen exportado. Esto lo dio a conocer en la XIII edición del Foro Internacional del Banano, que se realizó el pasado 13 de octubre en Guayaquil.
En el encuentro estuvieron presentes los representantes de cinco de las 23 líneas navieras que operan en el país. Maersk, MSC, Seabord Marine, Transoceánica y Seatrade.
Antonio Plaza, quien maneja la flota de contenedores de esta última naviera, sostuvo que la crisis a escala mundial es algo que los afecta, pero también la situación nacional.
Las salvaguardias y la caída del precio del petróleo han influido para la caída del transporte marítimo, sobre todo de importaciones. En el período enero agosto de este año las compras no petroleras del país cayeron 27,8% con respecto al mismo período del 2015, al alcanzar USD 8 305, 2 millones.
De lado de las exportaciones tampoco hubo demanda de mayores espacios. Las ventas totales del país cayeron 16,5% en los nueve primeros meses del año frente al mismo período del 2015. Las no petroleras bajaron un 6,1% en ese lapso.
Ana Morán, contralor de Costo de Seabord Marine, dice que ha tenido que buscar alternativas para salir de la crisis. “Nos hemos especializado en carga refrigerada”. En el país manejan cerca de 150 contenedores semanales de banano.
El escenario para el sector naviero a escala mundial es difícil. Hyundai Merchant Marine fue rescatada de la quiebra a principios de este año, mientras que la coreana Hanjin se declaró en bancarrota, dejando 99 barcos a la deriva.
Maersk Line, una de las principales navieras del mundo, prevé que a la industria le llevará más de cinco años revitalizar el negocio, con pérdidas desde hace cinco años.
“Hemos publicado nuestros márgenes y para el segundo trimestre no son positivos al igual que el de las demás agencias”, dice Shereen Zarkani, gerente mundial de refrigeración de la compañía.
Zarkani le apuesta a las nuevas tecnología y durante el foro presentó un moderno contenedor que demora la maduración de la fruta y permite un traslado de hasta 50 días. Asimismo un sistema digital para monitorear el producto en los puertos y en alta mar.
Ante la situación de las navieras en el mundo, surgen las alianzas y fusiones que, según la Camae, continuarán ante la desaceleración económica de China, que compra menos ‘commodities’. En el 2015, Hamburg Sud compró a la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica (CCNI).
Javier Carrillo, líder de Servicios Especializados del Canal de Panamá, dice que existe una situación mundial delicada en donde los niveles de tránsito de las navieras se mantienen estables, pero no crece a niveles esperados. Desde el Canal se implementaron estrategias como el programa Lealtad, con la cual la industria naviera recibe una tarifa preferencial después de alcanzar cierto volumen de carga.