La industria farmacéutica ecuatoriana genera alrededor de 2 233 millones de dólares al año. Sin embargo, el 80% del mercado corresponde a medicamentos importados, mientras que la producción nacional bordea el 20%.
Según Miguel Palacios, director ejecutivo de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos (ALFA), la única manera de que el sector pueda seguir creciendo es colocando más medicamentos en el mercado y con nuevas presentaciones e inversiones.
Entre 2022 y 2024 hubo un leve decrecimiento. En 2022, los medicamentos nacionales representaban el 20,87% del mercado, y en 2024 bajaron al 19,42%.
Actualmente, ALFA agrupa a 17 laboratorios nacionales y extranjeros que operan en ciudades como Quito, Guayaquil, Durán y Ambato.
Muchas de estas empresas han invertido en infraestructura, maquinaria europea y capacitación de personal técnico para innovar constantemente y ampliar su capacidad de producción.
“Estamos en constante innovación para diversificar productos. Por ejemplo, un laboratorio que no podía hacer cápsulas blandas, ahora ya puede hacerlo”, señaló.
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Producción nacional estancada
Palacios insistió en que la industria nacional está dispuesta a invertir más, si el Estado garantiza las compras.
“Si me garantizan que efectivamente el Estado va a comprar lo que fabrico, yo invierto”, dijo.
En Ecuador existen alrededor de 900 medicamentos esenciales en el Cuadro Básico. De estos, la industria nacional puede fabricar la mitad, principalmente analgésicos, antibióticos, antivirales, multivitamínicos, cremas y otros productos de uso común.
“Lo que no fabricamos son medicamentos para enfermedades catastróficas o de alto costo. No por falta de capacidad, sino por falta de garantías para invertir”, explicó Palacios.
Exportación farmacéutica limitada
Actualmente, sí se exportan medicamentos desde Ecuador, pero principalmente desde laboratorios con capital extranjero. Los principales destinos son Panamá, Colombia, República Dominicana, Perú y Chile.
“Estamos exportando medicamentos, pero no desde empresas locales como tal”, comentó Palacios.
“Existen inversiones extranjeras en Ecuador que producen y exportan, pero aún no es generalizado desde la industria nacional”.
Palacios también resaltó que la industria farmacéutica local genera empleo y transformación de materia prima, lo cual no ocurre cuando se importan medicamentos ya terminados. “Cuando se importa un medicamento, no se genera empleo ni se transforma nada. Pero cuando se fabrica aquí, hay inversión, capacitación, y generación de plazas de trabajo”.
El 99% de los dispositivo electrónicos es importado
Cristina Mugueitio es directora ejecutiva de Asociación Ecuatoriana de Distribuidores e Importadores de Productos Médicos (Asedim). Ella explicó que el 99% de estos productos en Ecuador son importados, mientras que solo el 1 % se fabrica localmente.
México ha sido proveedor clave de productos como lentes intraoculares, suturas quirúrgicas estériles, férulas de yeso, dispositivos odontológicos y agujas para biopsias, todos ellos fundamentales para diagnósticos y tratamientos efectivos.
No solo dispositivos, también equipos médicos vitales provienen del extranjero. “Importamos tijeras ultrasónicas, equipos de esterilización, video laringoscopios, ultrasonidos portátiles y tomas de oxígeno”, señaló Mugueitio. Estos elementos garantizan procedimientos quirúrgicos seguros y tratamientos efectivos en clínicas y hospitales.
El 20 % de los dispositivos médicos y el 25 % de los equipos médicos provienen de China, mientras que Alemania aporta el 26 % de los reactivos de diagnóstico utilizados en Ecuador.
La fabricación local como oportunidad de desarrollo
La industria farmacéutica y médica tiene el potencial de convertirse en un motor de crecimiento para Ecuador. “Para fabricar nuevos productos se necesita importar maquinaria, capacitar personal y hacer inversiones fuertes. Todo esto está en marcha, pero necesitamos un entorno claro y comprometido”, concluyó Palacios.