La aplicación del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) aún requiere de ajustes, para evitar una supuesta doble tributación a los contribuyentes.
Además existe el peligro de que se origine un efecto cascada donde el que pagará esos impuesto será el consumidor final. Esas fueron las principales conclusiones a las que se llegó ayer en el marco de la conferencia Escenario Tributario para 2012, dictada por René Sánchez , consultor legal de tributos. Este impuesto pasó del 2 al 5%.
El riesgo de pagar por dos ocasiones el tributo sobre el mismo dinero lo corren personas naturales y jurídicas. Por ejemplo, si alguien importa computadoras y las vende en Ecuador puede guardar su dinero en una cuenta nacional o en el extranjero.
Al elegir esta última opción deberá pagar el 5% de ISD. Pero, si al poco tiempo el mismo contribuyente necesita pagarle a un proveedor con el mismo dinero guardado en la cuenta en el exterior, deberá pagar otro 5% por dicho tributo, explicó Sánchez.
Para esclarecer este tipo de dudas es necesario el reglamento a la Ley de Fomento Ambiental y Optimización de los Ingresos del Estado, vigente el 25 de noviembre, comentó Sánchez.
Pero hay otro aspecto por esclarecer. Según Armando Serrano, abogado tributario, no es cierto que todos los importadores de materia prima y bienes de capital pueden acceder a los créditos tributarios.
Estos fueron creados como compensación del ISD, pero a criterio de Serrano el espacio que queda para servirse de ese beneficio es muy estrecho.
Ello porque este tipo de contribuyente paga en el año por anticipo del Impuesto a la Renta casi el 80% del monto a declarar. Entonces, puede usar el 20% restante para el crédito referido.
Por ejemplo, una fábrica de plásticos que importa USD 100 mil en polietileno en el año, solo puede aplicar el crédito tributario sobre los 20 000 restantes.
Como ese monto no alcanza para cubrir el 5% del ISD, el empresario debe incluirlo en gastos, que no son deducibles, especificó Serrano. La consecuencia es que la carga tributaria pasará su factura al consumidor final.