En la Bola de Oro, Susana Ruiz, asegura que hay marcas de licor que ya no llegan. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Desde el 2011, las ventas del sector licorero han caído entre 5 y 60%, según el tipo de negocio, de acuerdo a empresarios del sector. Desde ese año se incrementaron las regulaciones y se impuso una mayor carga tributaria y aduanera.
Así anotaron representantes de importadores, distribuidores y licorerías del país, quienes ayer 22 de marzo del 2016 se reunieron para analizar el anuncio del presidente Rafael Correa de incrementar los impuestos a este producto.
El Mandatario anticipó que el paquete de reformas, que está por enviarse a la Asamblea, contempla gravámenes para los cigarrillos y las bebidas azucaradas.
El Gobierno dijo que espera enviar esta reforma hasta el viernes próximo.
Felipe Cordovez, presidente de la Asociación de Importadores de Licores, señaló, en representación de todos los directivos, que el sector está en crisis por la caída de las ventas. El ejecutivo dijo que los negocios ligados al licor remitirán al Presidente una carta para pedirle que no eleve los impuestos al producto.
Las cifras del Servicio de Rentas Internas (SRI) revelan la situación del sector. El año pasado las recaudaciones del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) para licores cayeron en 4% con relación al año anterior. En 2015 al Fisco ingresaron por este concepto USD 43,7 millones.
Cordovez explicó que las importaciones también han tenido una fuerte caída desde el 2011. Según datos de la Asociación, hace cinco años se importaban 563 000 cajas y el año pasado fueron
166 000, un 70% menos.
La diferencia de precios entre los licores de venta en los países de la región y los de Ecuador es de hasta 400%. Por eso, los importadores calculan que solo en su área la facturación se ha reducido entre un 85 y un 90%.
El contrabando es uno de los problemas más fuertes que enfrenta este sector. Un estudio elaborado por Euromonitor refleja que Ecuador, al 2012, era el segundo país, de seis de América Latina, con la mayor participación del mercado ilegal de licor. El primero era Perú.
Cordovez comentó que los miembros de su Asociación cayeron de 30 a 17 en tres años. Ellos, junto a distribuidores, comerciantes y firmas del sector turístico, han tenido que acoplarse a otros ajustes como los timbres fiscales y los horarios de venta.
“En un ambiente en que cada seis meses nos cambian de reglas de juego es bien complicado trabajar (…) los más afectados son las pequeñas licorerías”, manifestó.
Ayer, el Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae) en conjunto con el Servicio de Rentas Internas (SRI) implementará un mecanismo de control de etiquetado para los licores producidos en el país.
El anuncio lo realizó ayer, el director general del Senae, Xavier Cárdenas, durante su informe de ‘Rendición de Cuentas 2015’ que fue transmitido en vía Internet, desde las 09:00.
Cárdenas indicó que con esta medida no solo el producto importado va a tener una etiqueta o un timbre fiscal sino también el producido nacionalmente. “Estos además contarán con un mecanismo de marcado que cubra a todos los licores que se venden y comercializan a nivel nacional”, sostuvo.
Hitler Chávez, representante de ese sector, explicó que desde hace cinco años enfrentan un impacto en sus negocios debido a que solo pueden comercializar su producto hasta las 22:00. Su planteamiento al Gobierno es que puedan expender las bebidas hasta las 02:00, como lo hacen bares, discotecas, night clubes, etc.
En Quito, según la Asociación de Licorerías, existen alrededor de 1 200 de estos negocios. Desde hace cinco años se han cerrado unos 200 por la baja de las ventas, que cayó hasta en un 60% en algunos casos, señaló.
Para Chávez, más impuestos solo incrementarán el contrabando. El representante dijo que es fácil encontrar producto con bajos precios en ciertos negocios y, sin embargo, estos no son clausurados. Por ello, pidió un mayor control.
Los empresarios, incluso, explicaron que hay marcas que ya no se importan, pero que uno puede encontrarlas fácilmente en ciertos sitios. Entre estas, están, Jack Daniels, Grants, entre otras.
Janet Amaguaya, dueña de la distribuidora Eco1, aseguró que entre 2012 y 2015 las ventas cayeron entre 40 y 50%, y 20% en el 2016.
Desde la Asociación de Importadores de Licores se indicó que las bebidas que más han dejado de llegar son las espirituosas (whisky, vodka, tequila y ron).
Esto lo corrobara Edy Castillo, presidente de la Asociación de Distribuidores de Licor. En el caso de estos negocios las ventas han caído en 60% entre el 2012 y el 2015, en todas las líneas de licores.
Amaguaya dijo que la gente ha dejado de comprar por el alto costo de los licores. En su negocio, una botella de whisky Johny Walker rojo pasó de USD 25 hace cuatro años a 56, ahora.