El presidente uruguayo, José Mujica, defendió hoy la decisión de impedir el ingreso a Montevideo de buques con bandera Islas Malvinas, cuya soberanía es reclamada por Argentina, como una medida de “ solidaridad ” con Buenos Aires y de defensa de los lazos bilaterales.
“En Unasur (Unión Sudamericana) y Mercosur reiteradamente hemos apoyado las reivindicaciones de Argentina (…). Ello implica por el momento considerar de hecho a ese territorio como una posición colonial inglesa en nuestra América, y en consecuencia, no puede reconocerse su bandera ” , expresó Mujica en una columna publicada en la página web oficial de la presidencia uruguaya.
Para Mujica con esta medida el gobierno “ no vende soberanía, resuelve a favor del turismo, del trabajo de la construcción, del comercio bilateral, de la producción nacional, de la logística”, que se favorecen con las relaciones comerciales entre Uruguay y la vecina Argentina.
En la misiva el mandatario afirma que no existe una animosidad del gobierno uruguayo hacia Gran Bretaña y que “no compartirá nunca la idea de bloqueo marítimo o económico a los pobladores de Malvinas porque entiende que ello es nocivo, violatorio de derechos humanos”.
Días atrás, Mujica anunció la decisión de impedir “el ingreso a puertos del país de buques que utilicen bandera de las Islas Malvinas”.
La medida fue duramente criticada por los partidos de oposición uruguayos que la consideran nociva para el país.
El gobierno británico reaccionó rápidamente y convocó el viernes al embajador uruguayo en Londres para pedir explicaciones del hecho que calificó “ potencialmente muy inquietante”.
El lunes, el canciller argentino Héctor Timerman agradeció la decisión del gobierno uruguayo y destacó que Montevideo “ ha cumplido con su palabra”, en declaraciones realizadas en el marco de la reunión con ministros del Mercosur.
La soberanía de las islas Malvinas (Falklands para Gran Bretaña), situadas a unas 400 millas marinas de la costa de Argentina y ocupadas por el Reino Unido en 1833, ha sido reclamada con insistencia por el país sudamericano ante la ONU y otros organismos internacionales.
Reino Unido ganó una corta pero sangrienta guerra en 1982, declarada después de que una junta militar argentina enviase tropas para invadir las islas, el 2 de abril de 1982. El 14 de junio siguiente las tropas argentinas se rindieron tras una conflicto que dejó 649 soldados argentinos y 255 británicos muertos.