Mantener deudas pendientes con las casas comerciales, en el sistema financiero y hasta retrasos en los pagos de los servicios básicos lo pueden convertir en un cliente de alto riesgo.
Eso significa que será considerado como un mal pagador. Es decir, tendrá dificultades para acceder en el futuro a los créditos que se ofrecen en los mercados. Esa tarea la realiza la Central de Riesgo, que forma parte de los sistemas de control de la Superintendencia de Bancos. Ahí se registran todas las operaciones financieras que realizan los usuarios. El objetivo es determinar si los clientes son buenos o malos pagadores, para lo cual los califican con categorías diferentes de acuerdo con su historial de crédito.
Las calificaciones son cinco y se diferencian con letras mayúsculas: A, B, C, D y E. Los usuarios que no cancelan puntualmente sus obligaciones y están en mora se ubican entre las categorías C, D y E. Entre más se demora en pagar se acerca a la letra E. Ahí es la más baja calificación para clientes de los bancos, cooperativas, mutualistas y sociedades financieras.
Otras empresas privadas también realizan los controles. Se trata de los burós de créditos que no solo incluyen operaciones financieras, sino también las que registran datos de casas comerciales como De Prati, Comandato, Orve Hogar, entre otras. A eso se suman los servicios que ofrecen los celulares, Internet, televisión por cable y otros servicios básicos.
Eso no lo sabía Luis Lituma que compró a crédito un celular en un almacén. Pagó los primeros ocho meses, pero se quedó sin empleo y suspendió los pagos.
Como no encontraron a Lituma para recordarle la deuda, el tiempo pasó y luego de un año recibió llamadas de abogados que se encargan de recuperar la cartera vencida. “Me dijeron que si no cancelaba la deuda me iban a poner en la Central de Riesgo con mala calificación y que con eso ya no podía recibir créditos”, comentó.
Esteban López, analista financiero, dijo que el historial financiero de los clientes es clave para acceder a créditos, por lo que es necesario mantenerse en la letra A. “Las financieras prefieren otorgar créditos a los usuarios que están en las letras A y B. Todo dependerá de las entidades”.
Para acceder a un crédito hipotecario, por ejemplo, los bancvos, incluido el Biess, no aceptan clientes con categoría D y E.
Donde se originan las malas calificaciones Los clientes donde más deudas tienen en el mercado
La banca
Los créditos que otorga la banca son registrados automáticamente en la Central de Riesgo. Ahí se encuentran más de 8,5 millones de usuarios y cuando uno de ellos empieza a retrasarse en los pagos automáticamente su calificación se deteriora. Pues toda persona empieza con categoría A y cambiará solo cuando no cancele.
Las tarjetas de crédito
Los cerca de 1,9 millones de tarjetahabientes que operan en el mercado también son monitoreados en la Central de Riesgo. Cuando el cliente ya no cancela sus pagos puntualmente no solo lo califican con C, D y E sino que suspenden inmediatamente todas sus tarjetas que mantenga en el mercado financiero.
Celulares y servicios básicos
En el mercado existen más de 14 millones de usuarios que tienen celulares donde cerca del 40% son pospagos que se debitan por una cuenta bancaria o tarjeta de crédito. Muchos clientes por cambiarse de operadora o ya no seguir con el servicio no terminan el contrato y siguen con la deuda.
Las casas comerciales
Las compras que realizan los usuarios en las casas comerciales también se hacen a crédito con sus respectivos intereses y estados de cuenta. Un retraso de más de un mes en los pagos puede ser una causa para recibir una mala calificación. Eso sucede cuando el usuario se cambia de domicilio.
Pago de planillas de servicios básicos
Cuando el pago de luz, agua y telefonía fija que se realiza a través de los débitos bancarios o tarjetas de créditos se retrasa o se suspende temporalmente también puede ser una causa para deterioro de la calificación en la Central de Riesgo. Eso sucede cuando el cliente ya no tiene fondos.
Las categorías de los clientes Hay 5 categorías que ubican a los mejores y malos usuarios
Calificación A
Son los clientes que cuentan con suficientes ingresos para cancelar el capital e intereses de su deuda puntualmente. Ahí están los bancos, cooperativas, casas comerciales y demás. Si es un crédito comercial, el pago de la cuota no puede pasar de 30 días y si es de consumo, no más de cinco días de su fecha de vencimiento.
Calificación B
Es toda persona que manteniendo una obligación con financiera o con casas comerciales demuestran que pueden atender sus obligaciones pero que no lo hacen a su debido tiempo. En los créditos comerciales son los que se tardan hasta tres meses desde su fecha de vencimiento en pagar sus obligaciones o deudas.
Calificación C
Son los usuarios o personas con ingresos deficientes para cubrir el pago del capital y sus intereses en las condiciones pactadas. En estos casos el usuario ya tiene varias letras vencidas de su deuda. Y tampoco se acerca a buscar soluciones para reestructurar la obligación o hacer una nueva forma de pago de su deuda.
Calificación D
Esta categoría es igual a las personas que tienen calificación C. Pero aquí es donde ya se tiene que ejercer la acción legal para su cobro y, generalmente, renegocian el préstamo bajo otras condiciones. En estos casos ya intervienen los abogados de las entidades o empresas encargadas de recuperar las deudas del cliente.
Calificación E
Es la última calificación que se puede otorgar a un cliente del sistema financiero. Aquí están las personas que se declaran insolventes o en quiebra y no tienen medios para cancelar su deuda. En los créditos comerciales, la morosidad es superior a los nueve meses y en los de consumo, por encima de los 120 días.
Sugerencias para mejorar o salir de la Central de Riesgo
Cuando un cliente no pueda pagar su cuota puntualmente puede acercarse al banco o casa comercial para buscar soluciones, como la renegociación y no entrar en mora. Eso le permitirá evitar una mala calificación .
Hay que cancelar o renegociar la deuda vencida que originó la categoría de alto riesgo. Luego acudir a un banco y abrir una cuenta bancaria donde realizará los movimientos financieros y mantener saldos promedios.
Los clientes que ya cancelaron sus deudas deben mantener durante seis meses movimiento en sus cuestas bancarias, donde demuestren un manejo adecuado de liquidez. Es decir, que mantenga ahorros constantes.
Acudir a un asesor de crédito o manejo de servicios bancarios para que lo asesoren en el acceso de un crédito que vaya de acuerdo con sus ingresos y el plazo de pagos para evitar problemas de morosidad en el futuro.
Cuando un cliente cierre sus cuentas de ahorro, corriente y tarjetas de crédito debe presentar por escrito la cancelación de los servicios y que le entreguen un certificado que no debe nada y que todo ha sido cancelado.
Los créditos dependen de la buena calificación
La mala calificación en la Central de Riesgo pesa a la hora de otorgar un crédito o acceder a una tarjeta de crédito.
Pues las entidades financieras registran los números de cédulas de los clientes en el sistema para determinar la calificación de riesgo que tienen. Sin ese paso no se pueden ofrecer estos servicios.
Así lo reconoce Juan Fernando Maldonado, gerente de Tarjetas de Crédito del Banco del Austro y añade que los malos historiales crediticios perjudican a los usuarios porque se convierten en personas de alto riesgo de caer en morosidades.
“Ahora las tasas de interés son reguladas y ya no se puede decir que a mayor riesgo mayor interés. Más bien a mayor riesgo no se le da el crédito”.
Pero a veces la mayoría de los clientes que queda en mora es por menos de USD 10 que corresponde a deudas de celulares, servicios básicos y otros. Además por estados de cuenta de tarjetas de crédito no pagadas.
Según Maldonado, hay muchos usuarios que dejan de pagar su plan de celular y se cambian a otra operadora. “En esos casos ya deja una huella negativa en su récord crediticio. Se le complica su acceso a créditos de consumo, vivienda y microcréditos”.
Estaban López, analista financiero, contó que los morosos no van presos ya que solo se los declarara insolventes y no podrán realizar operaciones financieras. “La única forma de ir a prisión por deuda es cuando no paga las pensiones de los menores de edad”.
Recomendaciones
Para conocer su historial en la Central de Riesgo es necesario que acuda a los burós de crédito para le certifiquen su calificación y categoría (A,B,C, D o E). Si acude a los burós tendrá que cancelar un valor por el servicio.
Los bancos también ofrecen accesos directos a sus clientes sin costos para que verifiquen su calificación.
Cuando la calificación sea mayor de B (o sea C, D y E) el usuario debe identificar las razones por las que se ubica en esa categoría. Es decir, en qué entidad financiera o comercial está castigado.
Acercarse a la entidad comercial o financiera para que le informen las causas de su deuda vencida y pueda cancelar lo que debe o reestructurar la obligación de acuerdo a su capacidad de pago.
No se necesitan abogados ni representantes para hacer los trámites de reestructuración de deuda o mejorar la calificación en la Central de Riesgo. Si usted cancela la deuda su calificación volverá ala categoría A pero quedará en su historial la mala calificación.
Cuando decida cerrar una tarjeta de crédito emitida por los bancos y casas comerciales o cambiarse de un servicio telefónico (celulares) asegúrese que no queden deudas pendientes por los estados de cuenta o servicios adicionales que recibía en su plan telefónico.
Si tiene créditos educativos con el IECE y tiene retrasos en los pagos también lo pueden colocar en la Central de Riesgo con mala calificación, si se atrasa. Los garantes de los créditos también pueden verse afectados en la calificación ya que son garantes de una persona morosa.