Entrevista al catedrático Xavier Buendía.
¿La profundización de la relación de Ecuador con China es positiva o negativa?
Ni hay que satanizar ni hay que darle ribetes de endiosamiento a las relaciones de Ecuador con China. Por un lado, hay que alejarse de la retórica de que la negociación crediticia con el sector financiero chino es coercitiva e incluso violatoria de la soberanía nacional. Y por otro lado, hay que ponderar las supuestas enormes ventajas que tendría esta relación. Mientras más nos alejemos de la retórica ideológica y política podremos encontrar más parámetros de valoración.
El alto costo financiero al que se ha endeudado el país con China es una de las principales críticas. Habían otros estamentos como la misma Corporación Andina de fomento (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que ofrecen dinero a menores costos…Por eso es importante el tema de la transparencia de la información, que se pueda verificar y contrastar. Habría que ver si es que efectivamente estos organismos hubieran otorgado esas facilidades. Hay que dejar la especulación y enfocarse en la accesibilidad, verificación, evaluación y fiscalización de estos procesos. Al final veremos si las condiciones en las que llegaron los créditos suplieron las necesidades urgentes de inversión.
La información desde el Gobierno no fluye de la forma que Ud. recomienda. Por lo visto, ¿el país debe esperar cinco años, por ejemplo, para que la central hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair, donde China pondrá USD 1 700 millones, empiece a operar y saber recién si fue acertado endeudarse?
Para nadie es un secreto que, para lograr estabilizar el sector eléctrico, las obras del Coca-Codo Sinclair y Sopladora son necesidades urgentes. En esa lógica, el acierto o no, pasará por saber cuál fue el costo-beneficio de las obras. Si vuelven los apagones, entonces el crédito no cumplió con el objetivo.
Pero ahora ya suman USD 3 700 millones en total los que Ecuador debe pagar a China. ¿Es recomendable para un país llegar a esos niveles de deuda externa?
En la posibilidad del seguimiento y la evaluación podremos encontrar las certezas a estas interrogantes. Si ya tenemos estos niveles de endeudamiento, entonces lo óptimo es garantizar que la confianza no se rompa y que las obras no se paralicen. Por aquí pasa la fiscalización.
En la proyección que hemos realizado, prevemos que Ecuador apunta a captar USD 20 000 millones de China en los próximos años. Por eso es importante que las autoridades transparenten la información, para conocer la estrategia que están ensamblando con los chinos.
¿El Ecuador está en camino de convertirse en una especie de colonia china, por su dependencia financiera?
Hay que mantener el equilibrio y determinar qué posibilidades de desarrollo tiene el Ecuador. Aquí habría que hacer una valoración de mayor alcance y determinar qué ha significado la relación con China, en las últimas cuatro décadas, en términos de planificación y desarrollo.
En términos comerciales, habría que saber qué línea se va a seguir con China y cuál con los otros países. ¿Se dará el mismo trato? Y, además, ¿se va a negociar con China, hasta finales de este año, un Acuerdo de Comercio para el Desarrollo?
Todo esto forma parte del derecho de los ecuatorianos a mantener una contraloría social. Y, mientras más técnico-académico sea esta auditoría, mejor.
¿Este endeudamiento puede convertirse en una burbuja que puede estallar?
Burbujas así le ha costado mucho al país. En la década de los noventa, más del 51% del Presupuesto estaba comprometido para pagar deuda. Entonces, parafraseando al Presidente, no vivamos otra larga noche neoliberal. No volvamos a esos procesos que desestabilizaron al país y que tuvieron un enorme impacto. Nadie quiere vivir otra vez la crisis financiera de 1999.
Por eso, necesitamos saber cuánta garantía existe de este endeudamiento y qué recursos se están comprometiendo. El Presidente vendió a todas luces como uno de sus grandes éxitos el tema de la renegociación y el no pago de la deuda ilegítima. Ahora, pedimos que haya un manejo responsable en este endeudamiento.
El endeudamiento no es perverso por sí mismo, si viene acompañado de un criterio técnico y de una rendición de cuentas.
Hay que transparentar. Y la sociedad debe acompañar esos procesos. Por ejemplo, se anuncia con enormes líneas mediáticas cuando el Gobierno regresa de una visita oficial a otro país, hay grandes mensajes rimbombantes de las millonarias inversiones futuras, fruto de los acuerdos firmados. Pero pasados varios meses, ni nos acordamos. ¿Qué sucedió con los USD 220 millones supuestamente comprometidos por Rusia, hace un año, para inversiones en el sector eléctrico y de telecomunicaciones? Hasta se habló de abrir un vuelo Quito-Moscú directo. Nada se ha dicho de eso y, en el resultado final, no sabemos si el viaje fue un gasto o una inversión.