La crisis económica en España y la caída del euro redujeron el monto mensual que recibía Mario Paz por parte de su hijo, quien radica en Barcelona, hace seis años.
Desde hace un año recibe 350 euros mensuales para cubrir los gastos de educación y alimentación de su nieta en Guayaquil. Aunque sigue recibiendo la misma cantidad de euros sus ingresos en dólares cayeron en un 14,3% ya que el euro se cotiza ahora en USD 1,20. Antes estaba en 1,40.
Paz labora como taxista en Guayaquil. Con ese ingreso adicional completa los gastos en la casa, para que no falte nada. “Cuando la situación allá estaba muy bien se ahorraba y se compraba bienes. Ahora me toca apoyar para la mensualidad de mi nieta”.
En cambio, su hijo Geovanny, de 39 años, es albañil en Barcelona. Desde hace 12 meses trabaja en varios lugares informalmente, ya que no hay empleo fijo.
Guayaquil es la ciudad que recibe más remesas de los emigrantes de España, Estados Unidos e Italia. En el primer semestre del 2010 llegaron a USD 276,4 millones, mientras que a escala nacional fueron 1 106,4 millones.
Es decir, que solo Guayaquil recibió el 25% de los envíos que realizan los emigrantes al Ecuador. Los familiares residentes en Quito se beneficiaron con el 19,1%.
El promedio de cada giro que llega de España es entre USD 300 y 400. En el país ibérico viven cerca un millón de ecuatorianos. Mientras desde Italia el promedio de envío es USD 600 y de EE.UU. bordea los USD 220.
María Gabriela Valverde, gerente de la división de remesas del Banco Bolivariano (Ecuagiros), dice que la mayoría de los fondos llega de España y que hubo una pequeña caída en los montos de los envíos, pero en agosto empezó a recuperarse. “En el segundo semestre del año los envíos aumentarán. Los emigrantes que no tienen un empleo formal se dedican a trabajos temporales para seguir enviando dinero”. Ecuagiros realiza 130 000 giros mensuales, un poco menos que hace varios meses.
Según Valverde, Guayaquil se convirtió en el principal destino de las remesas porque el emigrante todavía tiene a sus familiares en el país. “Antes las ciudades de Azuay y Cañar eran los principales destinos pero ahora ya no envían mucho ni tan seguido porque sus familiares viven allá”.
Los envíos se realizan por courier, bancos, mutualistas y cooperativas de ahorro. Los bancos ofrecen cuentas de ahorro para que hagan sus transferencias.