Grecia intentó convencer a la Eurozona de que cumplirá con las condiciones exigidas para el desembolso de una gigantesca ayuda que le evite la quiebra, ante una teleconferencia de los ministros de Finanzas del bloque que se inició hoy en Bruselas.
Grecia cumplirá, aseguró el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos. De todas maneras los 17 ministros de Economía de la unión monetaria decidirán el lunes si desembolsarán para Atenas un segundo paquete de rescate de 130 000 millones de euros.
Los dos partidos del gobierno de coalición griego anunciaron que enviaron una carta a los dirigentes de la zona euro en la que se comprometen a mantener el programa de ajustes, independientemente de quién gane las elecciones de abril.
La Eurozona exhortó además a Grecia que concrete unos recortes adicionales por 325 millones de euros en el presupuesto de 2012, a cambio de desembolsar la ayuda, pendiente desde octubre de 2011.
“Hay varios (países de la Eurozona) que ya no nos quieren. Y hay que convencerlos” de que Grecia logrará permanecer en la zona euro, dijo el ministro de Finanzas griego.
Atenas necesita fondos antes del 20 de marzo, cuando vencen 14 500 millones de euros de su deuda.
Los europeos están cada vez más divididos sobre si Grecia amerita la ayuda, cansados de promesas rotas y de que la situación política, económica y social en el país no ha hecho más que agravarse pese al primer paquete de 110 000 millones de euros concedido en 2010.
Ya son varios países calificados con la máxima nota triple A, como Alemania, Holanda, Finlandia y Luxemburgo que muestran haber perdido la paciencia con Grecia.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, reiteró la voluntad de Berlín de ayudar a Grecia, pero con la condición de que este país no se transforme en un “pozo sin fondo”. El portavoz de la canciller alemana Angela Merkel aseguró que Alemania haría todo lo posible para ayudar a Grecia pero que todo se reducía a un problema de “confianza”.
Italia por su lado denunció la “dureza exagerada” de la Eurozona con Grecia.
“La dureza con la que Grecia es tratada actualmente nos puede parecer exagerada, y creo que ese es el caso”, declaró el mandatario italiano, Mario Monti, ante el Parlamento Europeo.
Atenas debe lograr además que sus acreedores privados (bancos y fondos de inversiones) le concedan una quita de al menos 100 000 millones euros de deuda. La meta es reducir la deuda griega de un 160% de su PIB (350 000 millones de euros) a cerca de 120% hacia 2020.
Pero ese es uno de los grandes asuntos de controversia. Varios países europeos tienen serias dudas de que la deuda alcance niveles sostenibles en ocho años, señaló una fuente diplomática.
Grecia cumplió el domingo con la primera de las tres condiciones exigidas: el Parlamento aprobó las medidas de austeridad, pese a las protestas masivas y los enfrentamientos que provocaron incendios en varios edificios emblemáticos de Atenas.
Europa pide a Grecia ajustes por 3 300 millones de euros, que incluyen una reducción del 22% del sueldo mínimo, la supresión de 15 000 empleos públicos y recortes en las jubilaciones.
La Eurozona teme que Grecia se transforme en una carga durante años, en momentos en que los pronósticos siguen siendo sombríos. El PIB del bloque de 17 países se contrajo un 0,3% en el último trimestre, lo que permite vaticinar que la unión monetaria entrará en recesión a comienzos de 2012.
Estos “datos del PIB muestran que los países del centro de Europa salen mejor parados de la crisis de la deuda que los países periféricos”, precisó Van Vliet del banco ING.
“Esto es lógico teniendo en cuenta que los planes de austeridad se exigen a los países que están en el sur de Europa, añadió.
Ya Italia, tercera economía de la Eurozona, y Holanda entraron formalmente en recesión a finales de 2011, según datos divulgados este miércoles.
Al menos, China manifestó su confianza en la zona euro y prometió seguir comprando deuda soberana europea.