Si las condiciones climáticas lo permiten, la vía que va de Quito a Papallacta, en la entrada al norte de la Amazonía, será abierta al mediodía de hoy. En caso contrario, seguirá cerrada hasta el domingo.
Esta es la estimación que hicieron ayer los funcionarios del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
A las 19:00 del jueves, en el kilómetro 21,7 se produjo un deslave de magnitud. La zona está en pleno páramo y a 3 970 metros de altitud en territorio quiteño.
Se desprendieron 10 000 m³ de tierra y roca, que cubrieron 60 metros de la vía, a cinco kilómetros de Papallacta.
Eso obligó al cierre inmediato de la carretera, en el desvío de Palugo -cercano a Pifo- y en Papallacta. Como medida alternativa, el MTOP dispuso que los vehículos tomaran la vía Ambato-Baños-Puyo, y viceversa.
Sin embargo, algunos conductores prefirieron esperar para pasar. Ese fue el caso de Moisés León, quien conducía un tráiler cargado de químicos (no explicó su utilización) desde Esmeraldas hasta Coca (Orellana). Llegó a las 19:30 a 100 metros de la zona del deslave. “Toca esperar, porque no puedo darme la vuelta”. Estaba cuesta arriba y el ancho de la vía tampoco se lo permitía.
Cuando el subsecretario del MTOP, Zonal II, Xavier Espinosa, y la directora de Pichincha, Miriam Andrade, hacían la estimación de la reapertura de la vía, salió el sol, pues la zona casi siempre es brumosa, pero a los pocos minutos comenzó a llover.
Esto, según Espinosa, obligaría a suspender la limpieza de la vía. Además, “hay un diente en la ladera que puede desprenderse si llueve; es roca fragmentada que puede deslizarse, y si la lluvia arrecia tendremos que retirar al personal y la maquinaria”.
Andrade afirmó que ayer era “imposible” que se reabriera la vía. Ante esa incertidumbre, el MTOP y la Policía habilitaron una antigua carretera de 6 kilómetros, estrecha y lastrada. Va desde el sector de la Virgen de Papallacta hasta Los Corrales.
El tránsito vehicular se permitió por ese lugar de forma unidireccional. Fue por la mañana desde las 09:00. Pero se cerró una hora después, porque un pesado tráiler causó un cráter en un tramo de la carretera de segundo orden.
Con ayuda de maquinaria del Ministerio se sacó al tráiler y el tráfico se reanudó a las 13:00. Primero comenzaron a pasar los vehículos desde Papallacta hacia Quito durante una hora y luego en sentido contrario por otra hora y así sucesivamente.
Los funcionarios del Ministerio de Transporte y Obras Públicas no tenían una información sobre el flujo vehicular que circula diariamente por esa vía, pero sí enfatizaron que por ahí pasan muchos vehículos pesados, especialmente por la noche. Prueba de ello es que desde Los Corrales hasta el sitio del deslave, en un tramo de 7 km estaban estacionados unos 50 tráileres y tanqueros.
Andrade dijo que a las 10:00 de ayer se registró otro deslave menor en el mismo sitio del derrumbe de magnitud, cuyo material de roca y tierra fue desalojado hacia las 16:00. El paso vehicular no se cerró, pero fue restringido, pues estaba habilitado un solo carril.
La funcionaria dijo que en la zona, donde no se observan viviendas ni vegetación, no se ha producido un deslave en los últimos años como el del jueves. En esa zona solo hay pajonales, donde viven osos con anteojos de páramo.