La granada es una fruta que surgió en la región del sureste asiático, en el Mediterráneo y en Irán. En los textos bíblicos es asociada a las pasiones y a la fecundidad. En la creencia popular de Brasil se dice que esta fruta tiene una atracción especial por el dinero.
Para los investigadores, las semillas y la pulpa de la granada tienen mucho más poderes, un alto contenido de flavonoides y otros potentes antioxidantes tales como la vitamina C y una fuerte acción de protección contra células cancerígenas.
Esta fruta es tan poderosa que los especialistas de la empresa estatal de agroindustrias de alimentos ya piensan en mejorar la producción de este fruto en Brasil y estimular su consumo entre los brasileños.
Tiene muy buenos motivos para aportar en esta investigación. Estudios previos realizados en la Universidad de Baroda (en la India) mostraron que la granada tiene tres veces más capacidad antioxidante que el vino y el té verde, los más renombrados por esas características.
Según los primeros resultados, la bebida ayudaría a reducir la mitificación de células cancerígenas. Esa investigación fue presentada hace dos años en un congreso americano de urología.
Regina Isabel Nogueira, coordinadora de la investigación, dice que “la granada puede ser considerada uno de los mejores alimentos funcionales porque, además de nutrir, trae beneficios a la salud, es un potente antioxidante.
El problema es que hay pocas áreas en Brasil donde este fruto puede ser cultivado. Los investigadores quieren producir el mejor fruto adaptado al suelo y al clima brasileño. La granada puede ser consumida en forma de jugo, incluso en polvo. Su aceite es obtenido mediante la deshidratación de la semilla.