La empresa Correos del Ecuador y la aerolínea Tame concentran el 50% de empleados que deberán ser liquidados, tras el anuncio del presidente Lenín Moreno. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Entrevista al gerente General de Correos del Ecuador, Mauro Intriago, sobre la situación financiera de la empresa pública que entrará en proceso de liquidación.
¿Por qué cierra Correos del Ecuador?
Esta administración entró en noviembre pasado y a fin de año ya descubrimos que se debían USD 14 millones en obligaciones que no se habían registrado, con la intención de que el balance no evidencie pérdidas y camuflar de alguna manera los resultados de la empresa. El monto comprende, incluso, obligaciones con empleados, como jubilaciones, que debían haberse contabilizado.
¿Entonces, cuál es la real situación financiera?
El estado de pérdidas y ganancias aparentemente ha sido positivo, pero no se debe olvidar que entre 2016 y 2018 se pidieron “donaciones” al Fisco por USD 4,9 millones y, con eso, no hubo pérdidas, pero esos recursos, que son del Estado y de los contribuyentes, sirvieron para camuflar los estados financieros. Si contamos esos aportes estatales y los 14 millones que no se registraron, vemos que, en promedio, cada año se registraron pérdidas no contables de USD 3,4 millones en los últimos cinco años. Pero el cierre no solo es por una operación financiera ineficiente.
¿A qué se refiere?
Correos inició hace 189 años como parte de la Vicepresidencia y en 2010 se creó la empresa pública. En ese año se consiguió que todas las empresas públicas usen Correos del Ecuador. Con eso, la firma logró ventas de USD 40 millones al año y tuvo 2 000 empleados. Una época de bonanza, pero hubo derroche y abuso. Con derroche quiero decir que se invirtieron en máquinas clasificadoras costosas que aún se están pagando y que funcionan al 3% de capacidad. Se llenaron de galpones. Hay 450 autos y solo operan 32; el resto está dañado. Se destruyeron porque casi se puso un auto en cada pueblo y quien lo manejaba lo usaba para uso propio. Para evitar eso, las firmas privadas invierten en flota propia en las grandes ciudades y subcontratan en las pequeñas, es lo más eficiente. En cambio, Correos buscó una falsa soberanía logística. Y gastó en eso y no en tecnología, pese a que es la base del servicio de logística. En el 2016 Correos había perdido buena parte de sus clientes porque no pudo responder con buen servicio. Y la firma comienza a pedir donaciones al Fisco. Los ingresos cayeron a 17 millones en el 2019.
Cuando habla de abuso, ¿a qué se refiere?
Puedo mencionar tres casos. Correos firmó un contrato con la Universidad de Guayaquil para digitalizar documentos y recibió USD 1 millón en anticipo. Ese dinero se gastó y no ejecutó nada del proyecto. Eso mismo pasó con dos contratos con el Ministerio de Educación y la UNA EP. Y todavía estamos en litigio. Correos, además, se salió del negocio de giro de dinero que es un éxito, por lo que incluso fue cuestionada por la Contraloría. Correos quiebra por las acciones tomadas hace seis u ocho años. La Contraloría intentó auditar los balances, pero no le dieron información, ni contratos ni facturas de respaldo. No hay balances auditados desde el 2016.
¿Qué más halló?
Tenemos cerca de 10 solicitudes de exámenes a la Contraloría sobre anomalías. Una es de las máquinas clasificadoras. Se compraron 4 por USD 9 millones. En el camino se hizo una renegociación, que uno pensaría que era para conseguir mejores precios, pero terminaron entregando tres máquinas en el mismo valor por una mala negociación. Las máquinas se compraron sin la suficiente prolijidad y estudios.
¿Ahora qué pasará con el servicio postal?
No se va a paralizar ni un solo día ya que hay compromisos internacionales con la red de correos mundial y la Constitución garantiza un servicio asequible en el país.
¿Qué pasos siguen?
Hay que liquidar y hacer un concurso público para que un operador nuevo se haga cargo del servicio.
¿Hay alguna valoración inicial de los activos?
Hay 30 activos que se pueden vender (edificios y terrenos). Están valorados en libros en USD 19 millones, pero Inmobiliar valoró como precio comercial en 34 millones. En equipos como computadoras, vehículos y otros no llegamos a USD 3 millones. Eso se usará para cubrir deudas, obligaciones, etc.
¿Cuánto cuesta liquidar a los trabajadores?
USD 15,6 millones en total, cada uno tendrá una liquidación, en promedio, de unos USD 16 000; personas vulnerables tendrán 28 000. Tenemos 900 personas, pero con 150 hubiéramos podido funcionar bien. Sobra gente porque hay un mal sistema de reparto logístico. En Quito había tres equipos de personas que hacían lo mismo.
¿Qué pasará con las máquinas clasificadoras?
Es una pregunta que nos hacemos todos los días. Están tan sobredimensionadas que si todos los courier del país se juntan no llegarían a usar ni un 15% de su capacidad. Hay un problema legal que aún se debe resolver.
HOJA DE VIDA
Es ingeniero y ha sido consultor empresarial en el sector eléctrico. Fue Viceministro de Electricidad ( 2018-2019) y laboró 16 años en el sector logístico como funcionario de DHL Internacional.