L a inflación anual de 5,41% con la que cerró el país en diciembre del 2011, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), preocupa a varios actores económicos.
“El fenómeno inflacionario está directamente atado al nivel de gasto en un país. A mayor inyección de dinero en una economía, mayor potencial de incremento de este índice. Y eso se agrava si, como en sociedades como la nuestra, el ahorro es una práctica poco cultivada”, explica el economista Fernando Larrea.
En efecto, conforme a las cifras del informe del INEC, tanto en el 2008 como en el 2011 se registraron los mayores índices inflacionarios de los últimos años. Ambos años han sido los de mayor crecimiento económico y los de mayor inversión pública.
Por esa razón, los agentes económicos (compradores y vendedores), al percibir que disponen más dinero, no ponen mayor interés en los límites a la hora de gastar o de cobrar. “Igual, pueden quejarse, pero al final los consumidores terminan pagando. Mientras que los comercios una vez que suben los precios no los bajan. Así se crea ese fenómeno inflacionario. Entonces, todos somos, de una u otra forma, responsables del alza”, añade Larrea.
Para el titular de la Asociación de Tenderos, Luis Gómez, hay tres cosas que han influido directamente en el aumento de la inflación: los anuncios muy anticipados del Gobierno en temas sensibles, la falta de control en los mercados y la propia irresponsabilidad de los actores económicos.
En el primer caso, explica Gómez, el Régimen anunció una reforma tributaria desde inicios de año y en noviembre recién la envió. “La gente, ante la eminente llegada de nuevos impuestos, lo que hizo fue subir los precios”.
Y los otros dos puntos están relacionados, según Gómez. “Como no hay control en los mercados, la especulación reina. El precio de los huevos, por ejemplo, debería estar en el orden de los USD 0,12 cada uno. Pero en varios comercios se vende hasta en USD 0,15”.
En términos prácticos, la inflación anual muestra en qué porcentaje subieron los precios de la canasta básica año a año. Es decir, si una persona guardó sus facturas de diciembre del 2010 y las compara con las de diciembre del 2011, el valor que debió haber pagado adicional es de 5,41% (la cifra dada por el INEC).
Sin embargo, para los jefes de hogar de la familia Coba eso no sucede así. “No guardamos las facturas, pero sabemos lo que gastamos. Recuerdo que hace un año pagaba alrededor de USD 150 cada mes. Eso fue aumentado cada mes del 2011, a pesar de que básicamente compraba las mismas cosas. El mes pasado pagué aproximadamente USD 180”.
Esos valores significan un incremento de precios de 20%, no del 5,41% como señala el INEC. Lo que la familia Coba debió haber pagado, en realidad era solo algo más de USD 7, no USD 30.
Las autoridades del Gobierno han indicado que lo que mide la inflación son los productos de la canasta básica. Y que los productos que ingresan en ella se van actualizando cada cierto tiempo.
Por ello, para Larrea, se hace necesario actualizar esa canasta para tener un índice más ajustado a la realidad actual. “Lo que la gente percibe en las calles es distinto. Hay productos que no se incluyen y que ya son de uso común”.