El presidente, Rafael Correa, anunció ayer que a partir del 1 de abril se mejorará la calidad de las gasolinas. La gasolina extra pasará de 81 octanos a 87 octanos.
Mientras que la gasolina súper pasará de 90 a 92 octanos.
El programa global de mejora de los combustibles tanto de diésel como de gasolina tiene un costo cercano a los USD 150 millones según el Ministerio de Recursos No Renovables.
El ex vicepresidente de Petroindustrial, Edmundo Brown, indicó que es imprescindible incrementar el octanaje de las gasolinas, porque el parque automotor requiere gasolinas de entre 90 y 95 octanos.
Explicó que cuando el octanaje de la gasolina es bajo no hay una combustión adecuada dentro del motor y se producen constantes cascabeleos.
Brown especificó que el mayor octanaje, además, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero como el CO2. Ello, debido a que se produce una mejor combustión de las gasolinas y por ende se producen menos residuos.
Según el técnico, también contribuye a reducir la contaminación en las ciudades del país.
Y destaca que la mejora de las gasolinas se logrará con la importación de naftas de mayor octanaje, ya que no es suficiente la producción de la Refinería de Esmeraldas.
De acuerdo con Brown, para la calidad de gasolina actual, el país requiere de 20 000 barriles diarios de naftas de alto octanaje mientras que la Refinería produce no más de 10 000.
Para la mejora de las gasolinas, el país deberá importar más nafta de alto octano. Pero, además, se espera que la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas contribuya a incrementar la producción de mejores naftas.
Adicionalmente, dentro del plan de mejoramiento de combustibles, para este año , el sector automotor de todo el país es abastecido de diésel premium de mejor calidad.
El programa contempla la distribución en todas las ciudades del país de diésel premium de hasta 500 partes por millón (ppm) de contenido de azufre en lugar del diésel 2 de hasta 7 000 partes por millón (ppm) que se despachaba anteriormente, en todo el país excepto Quito y Guayaquil.
Con la entrega de este combustible se espera una disminución de la emisión de gases contaminantes y mejorará la calidad del aire.