El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció el jueves en una nota al G8 que estudia otorgar préstamos de hasta 35.000 millones de dólares a los países árabes, si los gobiernos de la región piden ayuda al organismo.
El FMI se declara dispuesto a conceder préstamos a los países importadores de petróleo de Oriente Medio y el norte de África, los que necesitan más ayuda financiera.
Aplicando las reglas establecidas en los préstamos más recientes, podría ponerse a disposición de estos países ” una suma total de 35.000 millones de dólares ” , dijo el organismo de Washington en momentos en que los líderes del G8 debaten en Deauville de qué forma respaldarán las revoluciones árabes.
Según los cálculos del FMI, “en el escenario central actual, que no tiene en cuenta el calendario de las reformas que aplicarían los países, las necesidades de financiación exterior de los importadores de petróleo de la región deberían superar los 160.000 millones de dólares entre 2011 y 2013, una parte importante de la cual provendría de los acreedores oficiales”, es decir las grandes instituciones internacionales.
Esta nota al G8 trata de sacar las lecciones económicas de los cambios políticos acaecidos en el mundo árabe, principalmente Túnez y Egipto, desde principios de año.
“La estabilidad social y política no estará garantizada más que si la región crea entre 50 y 75 millones de empleos en la década venidera para los que ingresen en la población activa y para reducir el desempleo, y si el modelo económico es percibido como justo y que beneficia a todos”, escribieron los economistas del FMI.
“Los cambios graduales no llevarán a ese resultado. Se necesita un aumento considerable del ritmo del crecimiento económico, lo que requiere políticas que respalden un entorno favorable para el sector privado”, agregaron.
El FMI, que se dispone a discutir las condiciones de un préstamo con Egipto, dio las grandes líneas de la reforma que preconizaría.
Instó a poner en marcha políticas económicas que aseguren “la estabilidad” (presupuestaria y de la inflación), “un entorno más abierto y favorable para el sector privado”, “una protección social completa y bien definida” y “la construcción de instituciones eficaces y transparentes”.