Diez trabajadores que realizaban tareas de mantenimiento en las bodegas del barco atunero Manteneme fueron llevados a la sala de urgencias del hospital Rafael Rodríguez Zambrano en Manta.
A las 08:30 de ayer, una fuga de gas amoniaco contaminó la zona de trabajo y fue respirado por los obreros, quienes – en su mayoría- son pintores de oficio.
El amoniaco es un gas que se utiliza como refrigerante en las bodegas de las embarcaciones donde se almacena el pescado capturado. Los informes preliminares indican que el gas se diseminó por la rotura de una tubería. La sustancia no se esparció a otras zonas del barco ni al puerto de Manta, porque fue controlado.
Javier Pachay trabajaba en la zona de cubierta (parte alta de la embarcación). “Escuchamos unos gritos, hay fuga de gas’ y los compañeros empezaron a salir rápidamente de la bodega y se desvanecían”, recordó.
Una de las personas que estaba al frente de la cuadrilla de trabajadores llamó a los bomberos. Llegaron en 10 minutos y de inmediato trasladaron a los afectados al hospital, dijo Pachay.
En tres ambulancias del Cuerpo de Bomberos llegaban de dos en dos los afectados. Los médicos y enfermeras de la sala de urgencias se pusieron mascarillas en sus rostros y guantes quirúrgicos en sus manos. Había que protegerse pues el amoníaco se pega a la ropa de las personas que han estado expuestas a ese gas, comentó Guiseppe Bonaraz, voluntario de los bomberos.
La noticia sobre la fuga de gas recorrió la ciudad. Los familiares de los afectados llegaron al hospital desde las 09:00. Uno de ellos fue Luis Augusto Jama. “Tengo a mi hijo y a un sobrino entre los heridos, exijo que sean trasladados a una clínica para garantizar su atención”, gritaba en medio de las mujeres y jóvenes que solicitaban información sobre el estado de salud de sus seres queridos.
En la estrecha sala de emergencias, las enfermeras y trabajadores de la casa de salud hacían rodar los envases de oxígeno desde las salas generales hacia el módulo de cuidados intensivos.
Tres elementos de la Policía custodiaban la puerta de ingreso. No se puede pasar, hay personas en estado crítico, decían los uniformados. A las 10:00 arribó uno de los representantes de los propietarios del barco.
Él autorizó que los heridos de gravedad fueran trasladados a la clínica El Sol, ubicada a tres cuadras del hospital. En dos ambulancias fueron llevados los primos Juan Gabriel y Andrés Jama. También fue necesario movilizar a Walter Pasquel.
En el hospital quedaron internados por 48 horas siete trabajadores. Aparentemente el cuadro clínico es estable, sin embargo con el amoniaco uno nunca sabe, este es un gas irritativo, hay que monitorearlos al detalle, comentó Ana Vera, directora encargada del hospital local.
Todos llegaron con síntomas de intoxicación por gas amoniaco y esto amerita extremos cuidados, porque las secuelas pueden presentarse posteriormente, indicó.
Sofonías Rezavala, jefe del Cuerpo de Bomberos en el puerto manabita, dijo que este tipo de accidentes de trabajo, a veces, es frecuente y muy peligroso. Según él, los empresarios de la pesca deben poner más atención a los sistemas de refrigeración donde se utiliza el gas amoniaco.
No es el único caso que se ha presentado en Manta. El 20 de noviembre del 2008 cinco estibadores que realizaban tareas similares en el atunero Andrea F murieron tras inhalar gas amoniaco que se esparció debido a una fuga que se registró también en la zona de bodegas.
Dos trabajadores fallecieron a las 24 horas del accidente y los tres fueron llevados a clínicas en Guayaquil, donde se confirmó también su muerte.