El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de los riesgos que puede causar el creciente endeudamiento en muchos países en su informe sobre Estabilidad Financiera hecho público hoy, 11 de octubre de 2017, en Washington.
Junto a los bancos, cada vez son más los sectores de la economía que están padeciendo la gran presión del servicio de deuda, señala. “El apalancamiento en el sector no financiero es hoy más alto que antes de la crisis financiera mundial en las economías del G20 en su conjunto. Si bien esto ha contribuido a facilitar la recuperación económica, el sector no financiero ha quedado más vulnerable ante las variaciones de las tasas de interés”, indica el texto.
En China, la segunda mayor economía del mundo, el sector bancario alcanzó un tamaño del triple del rendimiento económico de todo el país. “Los activos del sector bancario han aumentado de un 240% del PIB a fines de 2012 a 310% del PIB en la actualidad. Más aún, la vulnerabilidad de los bancos aumentó a raíz de la utilización cada vez mayor de financiamiento mayorista a corto plazo y de los créditos del sistema bancario paralelo”, escriben los expertos. A nivel mundial, un tercio de los bancos relevantes para el sistema aún presentan inconvenientes y continúan generando rentabilidades insostenibles, incluso en 2019.
El largo período de dinero muy barato llevó a muchas empresas y particulares a asumir altas deudas a intereses bajos, señala el texto. En las economías avanzadas, salvo contadas excepciones, la relación deuda de hogares/PIB aumentó gradualmente del 35% en 1980 a alrededor de 65% en 2016. En las economías emergentes, esa relación es aún mucho más baja, pero aumentó relativamente más rápido en un período más corto, del 5% en 1995 a alrededor del 20% en 2016, añaden los expertos.
“El prolongado estímulo monetario previsto para las principales economías podría provocar una acumulación de más excesos financieros”, señala el FMI. Hay demasiado dinero en busca de muy pocos activos rentables: menos del 5% (1,8 billones de dólares) del stock actual de activos de renta fija con grado de inversión en el mundo ofrece un rendimiento superior al 4%, frente a un 80% (USD 15,8 billones) antes de la crisis.
Por eso, muchos inversores se permitieron ir más allá de su límite de riesgos habitual. “El actual nivel bajo de los costos de financiamiento y de la volatilidad del mercado financiero avalan una visión optimista de los riesgos para la economía mundial a corto plazo”, señala el organismo, pero destaca que “el aumento del apalancamiento es indicio de posibles riesgos más adelante”.
Por ello plantea una serie de medidas como que los gobiernos aborden los problemas heredados de la crisis; exigir a los bancos y las compañías de seguros en las economías avanzadas que refuercen sus balances y aumentar la regulación del sector financiero y las medidas de prudencia, entre otras. A las economías emergentes les pide a su vez “seguir aprovechando las favorables condiciones externas para acrecentar su fortaleza“