Al principio creía que buscar plantas ornamentales se convertiría en un tarea complicada.
Al final no fue así. Muchos dirán que no es nada extraordinario, pero me sorprendió lo que descubrí. Ya les digo por qué. Hay tanta diversidad de especies, que fomenta la vida de los colibríes. Sí, ellos llegan por montones en las mañanas y tardes a alimentarse de la miel de las flores.
Los viveros y los jardines de sus casas o las macetas que cuelgue en su ventana, pared, o en algún rincón de su vivienda nos dan oxígeno puro.
Y algo más. Muchas familias dependen de la venta de las plantas para mantenerse.
Aprendí mucho y así pude escribir mi tema de los lugares para encontrar plantas ornamentales, que publicamos en esta nueva edición.
Fui a Cumbayá y desde allí todo fue fácil. En el primer redondel de ese valle está un vivero con 1 000 especies de flores ornamentales, así que puede escoger lo que quiera. Parece exagerado, pero casi toda la hectárea está llena de plantas en fundas. Y los precios también son variados.
Ese es el comienzo, porque luego hay que ir directamente a Nayón. Aunque en Cumbayá y más allá -en Tumbaco- hay otros viveros. Pero en Nayón la diversidad es mayor.
Ni bien se llega y ya aparecen los primeros viveros. Amarillos, rojos, fucsias, lilas, rosados, blancos… bueno un sinfín de colores.
Con tantas flores no se sabe cuál comprar. Por eso, tome en cuenta el precio, haga una lista de lo que necesita y para qué rincón de su casa. Esperamos sus sugerencias.