En el Ecuador no es pública la información sobre el intercambio de crudo por derivados entre Petroecuador y la Administración Nacional de Combustibles del Uruguay (Ancap). Pero en la nación del Cono Sur sí.
Ayer, el diario El País de Montevideo recogió las declaraciones del presidente de Ancap, Raúl Sendic, quien dijo que el negocio de ‘trading’ (comercialización de crudo ecuatoriano) en dos años le significó a la estatal uruguaya USD 6 millones en ganancias.
Sendic, al igual que otros funcionarios del Gobierno uruguayo, se mostraron sorprendidos por el anuncio del presidente Rafael Correa de no renovar el contrato entre Petroecuador y Ancap.
El acuerdo se llevó a cabo en el marco del convenio de intercambio de crudo por derivados que ambas empresas firmaron el 26 de enero del 2010.
El objetivo era que Ecuador y Uruguay tengan un beneficio mutuo como resultado de la venta directa de petróleo ecuatoriano a cambio de la entrega de derivados de refinerías uruguayas.
Pero, de acuerdo con el mismo presidente Correa, solo dos buques de crudo habrían sido refinados en Uruguay mientras que el resto de operaciones (que llegaron a 60, según Sendic) fueron revendidas por Ancap.
“La idea era que les dábamos crudo y nos daban derivados. Eso se hizo con dos embarques, y el resto han intermediado. (…) De hecho, con Ancap ya no vamos a renovar el contrato porque la idea era darles nuestro crudo para que refinen”, dijo Correa el sábado.
Sin embargo, las autoridades uruguayas no concuerdan con esta versión. Frente a las declaraciones de Correa, el ministro de Industria del Uruguay, Roberto Kreimerman, aclaró en diario El País que el acuerdo petrolero con Ecuador comprendía dos acciones: refinado de petróleo y ‘trading’ (triangular el crudo ecuatoriano con terceros países).
Es decir que este crudo podía ser adquirido en Ecuador y luego colocado en otros países sin que llegara a territorio uruguayo.
“Aparentemente, las autoridades ecuatorianas no tenían entendido que esta operación estaba comprendida dentro del contrato”, dijo Kreimerman a El País.
Sendic amplió que la cláusula sexta del contrato entre Petroecuador y Ancap “es clara” y expresa que la firma uruguaya puede comercializar el crudo ecuatoriano con terceros países.
“Realmente no podemos hacer un juicio sobre las afirmaciones e interpretaciones que hizo del contrato el presidente (por Correa). Seguramente existe un problema de desinformación entre Petroecuador y la Presidencia”, afirmó Sendic a El País.
Estas declaraciones contrastan con el discurso del Gobierno ecuatoriano respecto a los convenios de venta directa (sin licitación) de petróleo e intercambio de crudo por derivados que están vigentes desde el 2007 con Pdvsa, Ancap, Enap y Petrochina.
El Régimen ha sostenido que los intercambios sin licitación han servido para beneficiar al Ecuador al dejar de lado a las empresas intermediarias y obtener mayores réditos por el petróleo.
Petroecuador ha mantenido silencio al respecto pero hace dos semanas el gerente de la estatal, Marco Calvopiña, dijo en una entrevista a este Diario que ningún contrato de venta de crudo establece el control sobre su destino.
Para el ex gerente de Comercio Internacional de Petroecuador Luis Arauz, el país perdió lo que ganó Ancap al tener el rol de intermediario con el crudo nacional. “Más que un negocio comercial se realizó un acto político que debe ser investigado”.
Punto de vista
Luis Calero/ consultor
‘Contratos no son públicos’
El ejemplo de lo que ha sucedido con Ancap rompe el concepto de beneficio de las ventas directas. Y no es malo que haya ganado Ancap. Lo importante es saber cuánto ganó Ecuador con ese negocio
Es una vieja entelequia la idea de que se va a ganar más realizando contratos directos de crudo con los consumidores finales porque puede venir un intermediario y ofrecer un mejor precio por el petróleo.
Y ello se logra solo a través de procesos de licitación claros y transparentes.
El problema de los contratos de venta directa con Ancap, Pdvsa y Petrochina son las condiciones en que se negocian. Lamentablemente estas no son públicas ni transparentes.
En un proceso de licitación todos saben quién ofertó más y quién es el ganador. Se deben hacer licitaciones, son las más beneficiosas para el Estado.
El problema que surgió del convenio con Ancap es un efecto de no actuar con transparencia al margen de procesos licitatorios claros del petróleo que exporta el país.
El acuerdo marco
En convenio de intercambio de hidrocarburos entre Petroecuador y Ancap se firmó el pasado 26 de enero del 2010 en Montevideo Uruguay.
Por Petroecuador, suscribió el convenio el entonces gerente de la empresa estatal contralmirante Luis Jaramillo, y del lado de Ancap lo hizo el presidente de la empresa, German Riet.
El objeto del convenio era que Petroecuador provea de crudo para ser refinado “de preferencia” en las refinerías de Ancap en base a un programa anual con ajustes mensuales de un volumen de 36 000 barriles diarios.
Ancap se comprometía en proveer productos refinados a Petroecuador en Esmeraldas.