El director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco, aclaró que la nueva normativa sobre la aplicación del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), vigente desde el 24 de noviembre del 2011, no causa doble tributación.
Eso, en torno a inquietudes del sector exportador. “Cuando los exportadores no traigan de vuelta los ingresos resultantes de su exportación, con liquidación anual, pagarían impuesto. Cuando pague desde el exterior se presume salida, por tanto grava. El hecho generador es la salida de divisas”.
En efecto, Pablo Aguirre, técnico de PricewaterhouseCoopers, señala que la norma en rigor no grava dos veces a las actividades de comercio. Según su explicación, el cambio principal de la normativa tiene que ver con la presunción de gravar con el ISD a los pagos desde cuentas del exterior. “Si alguien hace transferencias desde cuentas del Ecuador hacia el exterior, por esa transacción ya paga el 5% del impuesto. Por lo tanto, el nuevo pago que realice el agente desde el exterior ya no será gravado”.
Esto había sido debatido al interior de varios seminarios de actualización realizados por PwC esta semana en Quito y en Guayaquil. Y se habían generado algunas dudas respecto del tema.
Otra de las dudas que fueron tratadas durante estos encuentros es la referente a que si el pago de este impuesto aplica a crédito tributario o no. La normativa anterior especificaba que aplicaba para los bienes considerados como materias primas e insumos que ingresaban con cero arancel.
Sin embargo, con la nueva normativa, un Comité deberá definir una lista de productos que, indiferentemente de su arancel, ingresen al país como materias primas e insumos para procesos productivos. “Mientras no se defina la lista, aplica todavía el crédito solo para los bienes con cero arancel. Hasta ahora, las compañías pueden acceder a tres vías de crédito tributario: por las compras, por el anticipo mínimo y por el ISD”.
Precisamente, respecto del Anticipo Mínimo, Carrasco señaló que fue positiva la implementación de este formato, ya que eso ha permitido que “ciertas empresas dejen la mala costumbre de declarar en cero”. Según sus estimaciones, el Anticipo ha generado más de USD 40 millones.
Aguirre, por su parte, coincide en que la aplicación del Anticipo Mínimo ha obligado a que los grupos que tienen varias empresas bajo su paraguas ya no distribuyan las pérdidas y ganancias entre ellas. “Ahora, cada una debe pagar obligatoriamente”.