Nuevas etiquetas están cambiando los hábitos de consumo en el país

Orangine etiqueta el producto que es bajo en azúcar, lo cual ha tenido una respuesta favorable del consumidor. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Orangine etiqueta el producto que es bajo en azúcar, lo cual ha tenido una respuesta favorable del consumidor. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Orangine etiqueta el producto que es bajo en azúcar, lo cual ha tenido una respuesta favorable del consumidor. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Redacción Negocios (I)

Ocho de cada diez alimentos y bebidas tienen sal, azúcar o grasa en altas cantidades, y cinco de cada diez tienen un alto contenido en más de uno de estos componentes, según cifras del Ministerio de Salud.

A tres meses de que comenzaron a aparecer las primeras etiquetas con “semáforos” que alertan sobre el contenido de azúcar, sal y grasa, se observan algunos cambios en los hábitos de consumo del ecuatoriano.

Según la encuesta Consumer Insight 2014, realizada en Quito y Guayaquil por la consultora Kantar Worldpanel, los hogares ecuatorianos se fijan más en los semáforos de cinco alimentos (en orden de importancia): gaseosas, yogur, mantequilla, mayonesa y pan de molde.

De ellos, la categoría en la que más han cambiado su hábito de compra (han reducido su compra) es gaseosas, dice la encuesta realizada entre julio y septiembre de este año.

Los consumidores fueron consultados sobre su reacción frente a estos semáforos. Un tercio de la población (31%) dijo que se detiene antes de comprar, para cuidar su salud. Otro 43% expresó que le es indiferente y el 26% restante señaló que observa la etiqueta, la analiza, pero termina comprando el mismo producto.

La encuestadora también mide el hábito de consumo del hogar y observa que existe una tendencia de los hogares a gastar, en el segmento de bebidas, en productos más saludables como leche líquida natural, leche en polvo y agua. “Si el impacto del semáforo afecta a un tercio de la población es probable que se acelere esta tendencia”, anota la firma.

Elcie Acosta, quien semanalmente compra en un local de la cadena Santa María, en el norte de Quito, comenta que los últimos tres meses ha sustituido su marca de gaseosa porque mostraban un alto índice de azúcar. En su lugar compra agua.
Aunque Corporación La Favorita señaló, vía correo, que es muy pronto para medir el impacto del semáforo, “se puede ver que ahora el consumidor revisa más detenidamente la información del semáforo, compara y decide su compra”.

La cadena informó que hay productos donde ha observado una reducción de ventas como lácteos, helados, mantecas, sopas y cremas, bebidas energizantes, concentrados y refrescos, bebidas gasificadas, mayonesas, cereales, mostazas, sal, galletas, entre otros.

La reducción de ventas varía según el producto, pero llega hasta el 25% en el rubro que mayor variación tiene. “Asumimos que puede ser por el sistema gráfico, pero no lo podemos asegurar”, precisó la empresa.

Byron Orellana, gerente comercial de Supermercado de Carnes Orellana, que dispone de un local en Guayaquil, dijo que desde que empezaron a aparecer los semáforos hay productos que ya no se venden como antes como galletas, dulces y otros confites. La baja varía de un 5 a un 15%.
“Incluso algunas galletas integrales ya no se venden como antes, porque en la semaforización indican alto en azúcar y la gente ya no las compra”.

Para Freddy Arellano, gerente general de Mondelez Ecuador, que comercializa las marcas Oreo, Club Social, Ritz, Royal y otras, aún es muy temprano para evaluar el impacto que tienen las etiquetas en la demanda de sus productos. Pero dijo que realiza proyectos de investigación para “ofertar productos más saludables”.

Envagrif, que vende mermeladas, salsa de tomate, etc., aún no ha detectado un cambio. “Los pedidos de nuestros clientes importantes se han mantenido igual, coincidencialmente por la época de Navidad las ventas se incrementaron”, dijo Juan Almeida, jefe de Logística de la empresa.

Para algunas firmas, el sistema gráfico, en cambio, les ha permitido aumentar ventas. Una de ellas es Olyjuice, que produce la marca de gaseosas Orangine, que hace 7 años tiene bajo contenido de azúcar.

Carlos Sarche, gerente de Negocios de la empresa, explicó que desde la puesta en marcha del nuevo etiquetado se evidenció más claramente los componentes de sus productos (bajo en azúcar). Según la firma, que produce 1 ,2 millones de litros mensuales de varias bebidas, el impacto es de un 4% más en las ventas.

Hasta el sábado pasado, 10 102 productos debían cambiar el etiquetado. La ministra de Salud, Carina Vance, explicó ayer, 2 de diciembre, que aún no dispone del número de firmas que incumplió la norma, pero dijo que es “ínfimo”.

Dijo que el resultado ha sido positivo, pues más del 20% de grandes y medianas empresas redujeron, al menos en un producto, azúcar, grasa o sal para evitar la alerta roja.

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