España ha decidido cambiar de estrategia en el contencioso por la expropiación de YPF a Repsol por parte del gobierno de Argentina y hoy suavizó su discurso hacia el país latinoamericano, frente al que las presiones se dirigen ahora a conseguir que pague la indemnización que considera justa.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró que la intención del Ejecutivo de Mariano Rajoy es mantener “las mejores relaciones” con Argentina, pero eso no impide defender los intereses de empresas españolas como Repsol, añadió en la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, en Madrid. Repsol no es la única empresa española con inversiones en Argentina.
El gobierno de Rajoy ya expresó el lunes por boca de un alto funcionario su confianza en que el gobierno argentino no tome represalias contra ellas en el marco de esta crisis, sobre todo después de que España haya decidido limitar la entrada de biodiésel argentino como respuesta a la expropiación a Repsol del 51 por ciento que controla de YPF.
Algo más de una semana después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciara esa medida, España ya no parece confiar en que Argentina vaya a dar marcha atrás en su decisión y centra sus esfuerzos en lograr que la petrolera española reciba la compensanción que considera justa.
La empresa presidida por Antonio Brufau exige 10.500 millones de dólares (unos 8 000 millones de euros) por la expropiación de su participación en YPF, un precio que el gobierno de Fernández de Kirchner se ha negado inicialmente a pagar.
Según medios argentinos, su intención es pagar “cero euros” por la expropiación. El Ejecutivo de Rajoy, por boca de Soria, volvió hoy a acusar al gobierno argentino de haber implementado una estrategia con el objetivo de hacer caer las acciones de YPF en la Bolsa para facilitar así su expropiación.
España, aseguró el ministro, acudirá a todos los foros internacionales para “lograr la justa compensación” para Repsol, que definió como una empresa estratégica para el país europeo. Pero también de la boca del ministro salió hoy la palabra “diálogo”, una idea ya esbozada el lunes por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
“Seguimos diciendo que lo mejor que puede ocurrir es que lleguemos a una solución negociada a través del diálogo”, dijo entonces el jefe de la diplomacia española en Luxemburgo. Allí propuso a sus homólogos europeos quejarse ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), acelerar el final de las ventajas arancelarias que Argentina tiene en la Unión Europea (UE) y hasta dejar a Buenos Aires fuera de las negociaciones entre el bloque y el Mercosur de cara a un acuerdo de asociación.
Los partidos de la oposición expresaron hoy su respaldo al gobierno en ese objetivo, si bien algunos instaron a rebajar el tono “patriótico” y a no confundir los intereses de Repsol con los intereses nacionales.
Poco después de su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, Soria intervino en un foro económico en Madrid en el que recordó la ayuda que España prestó a Argentina durante la época del “corralito” y advirtió de que “las expropiaciones no son el camino” para lograr atraer inversiones internacionales.
Entretanto y según publicó hoy el diario “El País”, la crisis por la expropiación de YPF amenaza el éxito de la Cumbre Iberoamericana que en noviembre acogerá la ciudad española de Cádiz y en la que Rajoy pretende sentar las bases de una nueva relación entre España e Iberoamérica.