El principal indicador mundial del crudo cerró el viernes al alza. El marcado West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Ecuador, cerró a USD 99, tras haber superado los 100 en las operaciones electrónicas previas.
El mercado fija el precio de crudo no solo por la oferta y la demanda. También lo hace pensando en el futuro: y hoy tanto los operadores llevados por sus pronósticos como los principales consumidores prevén que el precio del crudo no tiene por qué caer.
Cerca del 30% del precio del petróleo se debe a la especulación de los fondos de inversión, los de cobertura y de los grandes bancos, según el Congreso de Estados Unidos, citado por la BBC Mundo. Los analistas de Goldman Sachs creen que llega al 40%.
“Es que los grandes consumidores se aseguran ante posibles precios más altos. Si eres inteligente, apuestas contra un alza y compras a un precio que crees que va a ser más bajo que lo que pagarás en el futuro”, dijo Dan Kish, vicepresidente sénior de políticas del Institute for Energy Research.
Los especuladores y los grandes consumidores hacen sus apuestas considerando factores económicos y geopolíticos. Estos últimos impactan a corto plazo en el precio, señaló Keith Crane, de la Rand Corporation.
A continuación, las razones tras las alzas petroleras.
“Isaac” y Amuay influyeron
El huracán ‘Isaac’ obligó a que varias petroleras del Golfo de México detuvieran sus operaciones, lo que repercutió en el precio del barril de crudo en Estados Unidos. El resultado, según Dan Kish, del Institute for Energy Research, fueron filas de automovilistas intentando llenar los tanques de sus vehículos ante una eventual escasez de combustible o para abastecerse ante las expectativas de un alza en el precio del hidrocarburo.
En la misma semana, la refinería de Amuay en Venezuela -que también vende petróleo a Estados Unidos- se incendió y debió ser cerrada por varios días. Durante la emergencia se perdieron 600 000 barriles de crudo y los costos de los daños están cifrados en USD 3 000 millones.
“Los accidentes o eventos no predecibles pueden ser muy importantes: no solo pueden perjudicar el abastecimiento, y con ello provocar una subida de precios, sino que pueden hacer que el mercado perciba mayores riesgos a futuro, lo que puede entonces causar un alza en los precios de hoy”, señala Blake Clayton, analista de temas energéticos del Council on Foreign Relations.
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Tensión en Oriente Medio
El embargo de la Unión Europea a las exportaciones petroleras de Irán -como castigo por sus ambiciones nucleares- tomó tiempo en implementarse, en parte porque el bloque comunitario buscó una fórmula para que sus consumidores no tuvieran que pagar una gasolina más cara (finalmente Arabia Saudita aumentó su producción).
La expectativa era que sin el petróleo iraní en el mercado, los precios subirían. “Las fuerzas geopolíticas están causando un gran efecto hoy. Las sanciones a las exportaciones de crudo iraní han provocado que estas caigan dramáticamente. El caos en Siria ha interrumpido su producción y ha amenazado con crear problemas en los vecinos como Iraq. Hay eventos en Nigeria, Venezuela y otros lugares”, afirma el analista del Council on Foreign Relations, Blake Clayton.
Aunque estas crisis tienen un efecto inmediato, no son centrales las alzas en el precio del petróleo a largo plazo. “Los iraníes encontrarán una forma de vender su crudo a compradores a quienes no les importa tanto” su plan nuclear, afirmó Keith Crane, de Rand Corporation, quien señala, por ejemplo, que los chinos están aumentando sus inversiones en Irán.
La demanda de los países emergentes, al alza
Mientras la mayoría de los países más industrializados está en crisis y los consumidores en esos lugares bajan su demanda, especialmente en Europa, el despertar de países como China, India y Brasil -todos ‘gigantes en sus regiones- pronostica una mayor demanda a mediano y largo plazos.
Esos tres países tienen proyecciones de crecimiento económico, y eso implica que también habrá un aumento de su consumo de energía, indica a Dan Kish, del Institute for Energy Research.
Aunque el crecimiento de China está experimentando una desaceleración suave y Brasil también ha reducido el ritmo de su crecimiento, de todas formas son mercados en expansión que han incorporado millones de autos, consumidores de petróleo, apunta Keith Crane, de la Rand Corporation. Eso explica que, al contrario de lo que podría suponerse en un escenario de crisis mundial, la demanda por petróleo y sus derivados haya en realidad crecido.
“El consumo de petróleo en los mercados emergentes aún está creciendo a un ritmo saludable, mientras que la producción de crudo en muchas partes del mundo aún no es la suficiente para rebajar considerablemente los altos precios”, dijo a Blake Clayton, analista de temas energéticos y seguridad nacional del Council on Foreign Relations. A eso se suma el que muchos productores tienen problemas de infraestructura para entregar ese petróleo.