La escasez de gas persiste en varias ciudades de Imbabura

En el Centro Agip de San Bartolo. Una fila de 17 camiones de gas esperaba ayer la entrega del producto en la capital ecuatoriana.

En el Centro Agip de San Bartolo. Una fila de 17 camiones de gas esperaba ayer la entrega del producto en la capital ecuatoriana.

El desabastecimiento de gas no solo se concentra en Ibarra. También ha afectado otras ciudades de la provincia de Imbabura. Un ejemplo se vio en Atuntaqui donde se formó una fila de 500 cilindros, cuyos propietarios esperaban que llegue un camión para ser atendidos de forma directa por la comercializadora Agip.

Según la moradora María Cevallos, el problema inició hace varias semanas. "Pero, por el bloqueo de las vías se agudizado". Antes los camiones repartidores llegaban dos días a la semana. Pero ahora se han retrazado cinco días.

Imbabura necesita de por lo menos 5 000 tanques o cilindros de gas y desde hace tres semanas solo llega la mitad, según las autoridades provinciales.

La tarde de miércoles pasado, decenas de personas trataban de abastecerse en el barrio Los Ceibos de Ibarra. "He buscado gas por toda la ciudad, pero no hay", se quejó Fausto Rosero, morador del sector.

El suministro se ha complicado por causa del paro indígena que se mantiene en los cantones Cotacachi y Otavalo. Los tanqueros no pueden llegar a la urbe, dijo el gobernador Luis Salazar.

La Intendenta de Policía, Ángela Osejo, organiza cada mañana la entrega en los barrios donde hay escasez. "Los operativos para contrarrestar el acaparamiento seguirán y esperamos que esta situación se normalice en los próximos días", dijo Osejo.

En la planta envasadora de Agipgas, decenas de camiones distribudiores se proveen, si llega, del combustible doméstico hasta las 16:00.

En Quito

Las autoridades no lo reconocen pero en Quito y en los valles se siente una disminución en la oferta de gas doméstico.

Esto no solo dicen los ciudadanos sino las largas filas de camiones que se agolparon ayer a las afueras de los principales centros de acopio del producto.

Estos centros reemplazan los tanques vacíos de los distribuidores más pequeños que reparten el gas a los clientes finales.

La tarde de ayer, en el centro de acopio y distribución de Agip, en San Bartolo, 17 camiones esperaban desde la mañana para cambiar sus tanques vacíos.

Además de la larga espera para recibir el producto, los comerciantes informaron que existía la disposición de entregar hasta 70 tanques por camión cuando los automotores tenía una capacidad mayor a 100 cilindros.

Personal del centro de distribución informó que desde la semana pasada reciben menos gas.

Regularmente llegan cuatro plataformas cargadas con cerca de 1 500 bombonas, pero en los últimos días solo han arribado dos plataformas.

Otto Fonseca, distribuidor de Santa Anita, aguardó ayer por más de ocho horas con su camión lleno de 150 tanques vacíos.

Indicó que cada minuto que espera en la fila se traduce en pérdidas para su negocio porque no puede vender las bombonas.

Alfonso Gualotuña, quien distribuye gas en el sector de la Yerba Buena, dijo que la reducción de la oferta desde los centros de acopio se comenzó a sentir desde la semana pasada.

Aseguró que durante ese tiempo ha tenido que esperar entre ocho y doce horas al día para recibir el producto con restricciones.

Advirtió que en los centros de acopio le dijeron que hay menos gas porque la embasadora de Pifo recibe menos producto

Fuentes de Agip —uno de los principales distribuidores de gas doméstico— explicaron que por el mantenimiento de la refinería de Esmeraldas ha llegado menos gas a la planta en Pifo, por lo que no se está entregando el producto en los niveles regulares.

Sin embargo, Petroecuador informó que la demanda interna de gas licuado de petróleo (GLP) fue cubierta por las importaciones realizadas durante el mantenimiento de la refinería.

Ayer la empresa comunicó que la noche del martes la refinería de Esmeraldas reanudó la producción de GLP y que al momento produce 330 toneladas métricas del producto de las 480 toneladas regulares.

Según Petroecuador el “presunto desabastecimiento obedece a un efecto sintomático que ocurre con los distribuidores de la zona norte del país, que al enterarse de algún inicio de trabajos en Refinería Esmeraldas (...), inmediatamente, especulan con el GLP”

La explicación contrasta con el testimonio de Bernardo Bilbao, morador de Conocoto, que busca un tanque en las distribuidoras del sector sin éxito desde el sábado pasado.

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