Weldyn Quezada, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Entrevista a Weldyn Quezada, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios.
¿Cuál es la situación de los jóvenes empresarios?
Según el Reporte Global de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés), más del 80% de los emprendimientos en el Ecuador son por necesidad, por la falta de empleo. Pero el mes pasado hicimos una encuesta a nuestros socios (son 200) para saber cómo impacta la pandemia en sus negocios y arrojó resultados interesantes.
¿Cuáles?
El 94% de ellos dijo que la crisis fue una oportunidad, ya que desarrolló nuevos negocios o servicios para atender las nuevas demandas, emprendieron con algo nuevo o se hicieron más eficientes. Y un 6% cerró. Si bien la mitad dijo que sus ventas bajaron, el otro 50% señaló que los ingresos se mantuvieron o incrementaron.
¿A qué se debe eso?
Cuando hablamos de emprender hablamos de innovar. No puedes decir que eres emprendedor si no innovas. Puedes crear un restaurante y está bien, pero si no tiene valor agregado, no crecerá o desaparecerá con el tiempo. Muchas compañías que se han manejado de forma tradicional tambalearon en la crisis. Por otro lado, los jóvenes quizá no tengan los activos o la trayectoria de una gran empresa, pero han logrado crecer. Un ejemplo de ello son nuestros socios Francisco Cornejo y su esposa que crearon una ‘app’ para masajes y cuentos para bebés, que hoy está valorada en USD 8 millones y está en 120 países. Otro socio potenció una ‘app’ para invertir en el mercado de valores. Eso es ver oportunidades y pensar diferente. Nosotros como jóvenes empresarios transmitimos eso: innovación, tecnología.
¿Cuál es la principal preocupación de los jóvenes empresarios?
Se les ha hecho muy difícil conseguir crédito. Las instituciones financieras ofrecen alternativas, pero los requisitos superan lo que puede cumplir el emprendedor, que se ha visto en la necesidad de usar la tarjeta de crédito, cuyo interés es caro. La falta de financiamiento es una barrera para el emprendedor. Como gremio estamos trabajando en abrir oportunidades de crowdlending (donde pequeños inversores prestan su dinero con el objetivo de recuperarlo con intereses). Ya hicimos conexiones con empresas argentinas interesadas. También estamos trabajando, con el apoyo de nuestros propios socios, en capacitaciones sobre acceso a mercado de valores, que es otra opción que tiene un bajo costo, pero que muchas veces no se usa.