La planta de Macafri, en Quito. La firma cree que las medidas ayudarán en la liquidez. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
De las 14 medidas del plan económico, presentado esta semana por el presidente Lenín Moreno, 11 se enfocan en la reactivación productiva. El objetivo es “fortalecer al sector privado como motor de crecimiento económico en estrecha relación con el sector público”, dijo el Jefe de Estado.
El sector empresarial cree que el paquete de medidas, en general, es una señal positiva que ofrece un cambio de visión sobre el modelo económico.
Sin embargo, el alza de aranceles y la eliminación de beneficios como el crédito tributario del impuesto a la salida de divisas (ISD) son negativos.
Entre lo positivo está la eliminación gradual -aunque condicionada- del ISD y del actual cálculo del anticipo al impuesto a la renta (IR).
Ambas decisiones son incentivos que ayudarán al sector a tener más liquidez, lo que se reflejará en una mayor producción y empleo, señaló Édison Romo, gerente de la empresa de cárnicos Macafri.
Para esta pyme, el pago del anticipo del IR representa un egreso anual de USD 10 000, los cuales, una vez que se concrete la medida, los podrá invertir en la empresa.
La ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, explicó que este incentivo se aplicará para el ejercicio fiscal 2019.
“Es un alivio” para las compañías, explicó Xavier Bustos, gerente de Cofrunat, que fabrica helados Coqueiros. Pero cree que no es suficiente, ya que el sector productivo necesita mayor acceso a créditos productivos para inversión.
Esta demanda también está contemplada en el plan. El Jefe de Estado anunció que enviará una reforma para incentivar la entrada de la banca internacional, que financie créditos de inversión productiva.
Un pedido del sector exportador, que el Gobierno acogió, es la devolución del ISD y de los tributos ‘drawback’ y certificados de abono tributario (CAT). Esta deuda está pendiente desde el 2015.
Para Alejandro Martínez, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador (Expoflores), el anuncio es positivo, aunque aún falta definir las condiciones de estos incentivos.
El Gobierno ha explicado que la devolución estará atada al ingreso neto de divisas que realice el sector. De aplicarse esta acción, el sector floricultor recuperará USD 92 millones, que beneficiarán a las empresas en términos de liquidez.
Pablo Viteri, gerente de la floricultora Pacific Bouquet, también considera fundamental para el sector la implementación de nuevas modalidades de contrato, que el Gobierno incluyó en las medidas económicas. Pero pide agilidad para definir esas normativas, pues de esa manera permitirá contratar más mano de obra para la época del Día de la Madre.
Otro de los incentivos es la remisión tributaria “del 100% de los intereses, multas y recargos”. El beneficio aplicará para micros, pequeñas y medianas empresas, con un plazo de hasta dos años. Las empresas grandes tienen 90 días.
Esta medida ayudará a las sociedades que estaban complicadas con los pagos tributarios por falta de recursos, dijo Christian Cisneros, director ejecutivo de la Cámara de la Pequeña y Mediana de Comercio de Pichincha (Capeipi).
La remisión aplicará también para moratorias con el IESS y Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD).
Otro de los sectores que desea impulsar el Gobierno es el de la economía popular y solidaria. El Régimen propone la reactivación productiva e inclusión económica, a través de asociatividad, asistencia técnica, comercialización y acceso preferencial a servicios financieros.
Estos pedidos fueron planteados por el sector desde la conformación del Consejo Consultivo Productivo y Tributario, dijo Lucía Calderón, presidenta de la Confederación Nacional de la Cámara de Economía Popular y Solidaria.
Para Richard Martínez, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), el plan económico es, en general, positivo. Destacó que el Gobierno haya recogido varios planteamientos realizados por el sector, pero considera que existen algunas “zonas grises” y aspectos que pueden dilatar el crecimiento productivo.
Una de ellas se relaciona con la reducción del ISD, que está atado a la mejora en el saldo de la balanza de pagos; es decir, a que ingresen más dólares a la economía. Otro aspecto cuestionable para el representante del CEE es la eliminación del crédito tributario del ISD.
En la actualidad, los pagos realizados por concepto de este tributo (generalmente compra de algunos bienes e insumos) pueden ser usados como crédito tributario para el pago del impuesto a la renta. “Nos parece muy grave que se afecte a la productividad y competitividad no devolviendo a la empresa el pago de un impuesto que encarece a la producción”.
Entre aspectos que los empresarios califican de negativos está el alza de aranceles para 375 subpartidas. Para la Cámara de Comercio de Guayaquil, esta medida se traducirá en más impuestos a la producción, lo que golpearía a la actividad comercial.
Según Iván Montero, quien importa productos de peluquería, el anuncio significará el encarecimiento de su mercadería. En su caso, 60% de la mercadería es importada.
En contexto
El sector empresarial y productivo ha mantenido reuniones con el Gobierno desde septiembre del año pasado, en las mesas de diálogo del Consejo Consultivo Productivo y Tributario. En este espacio se han presentado propuestas de reactivación.