Empresarios piden salvoconducto para autos productivos

El directorio de la Capeipi tenía previsto enviar ayer un comunicado al Alcalde de Quito.

El directorio de la Capeipi tenía previsto enviar ayer un comunicado al Alcalde de Quito.

El directorio de la Capeipi tenía previsto enviar ayer un comunicado al Alcalde de Quito. Foto: Mayra Pacheco / EL COMERCIO

El sector empresarial de Quito se pronunció preocupado ante la medida de restricción vehicular Hoy no circula, la cual entrará en vigor el próximo lunes 9 de septiembre de 2019.

La Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), que integra a 1 200 industrias, informó ayer que esta limitación para circular en un perímetro de la ciudad por un período de ocho meses significará una pérdida de USD 304 millones, pondrá en riesgo 7 000 plazas de trabajo y reducirá los ingresos fiscales en unos USD 75 millones. Cuando se aplique esta medida, los conductores de autos particulares, camiones, taxis y motocicletas tendrán limitaciones para circular de lunes a viernes, desde las 05:00 hasta las 20:00. La restricción será en el mismo perímetro que funciona actualmente el pico y placa, según el último dígito de la placa (ver gráfico).

Para afrontar esta situación durante los ocho meses que durará la medida, Gustavo Ruiz, presidente de Capeipi, mencionó que las industrias deberán comprar o contratar un automotor adicional con una placa diferente para cumplir con sus actividades. “No podemos parar”.

Estas estrategias, sin embargo, se traducirán en costos extras que se cargarán en el precio final de los productos.

El monto de los sobrecostos variará, según cada empresa. En la fábrica de embutidos alemanes Bunz, su gerente, Sebastián Almeida, consideró que requerirá de USD 700 extras al mes para contratar un camión que mantenga la cadena de frío requerida. Bunz cuenta con un automotor de 3,5 toneladas para entregar los productos a sus clientes en Quito. Pero la nueva medida de restricción le genera limitaciones para salir los martes.

En otras firmas se considera hacer una inversión mayor. Pedro Portilla, gerente de la empresa D’Carnes Cool, que entrega carnes a unos 100 clientes en Quito, comentó que está analizando comprar un nuevo vehículo para mantener su esquema de trabajo. Esto demandará de una inversión de USD 50 000 o 60 000.

Actualmente, la empresa de Portilla tiene cuatro vehículos para hacer las entregas del producto de manera diaria. De estos, dos tendrán limitaciones para circular el lunes y los otros dos el jueves.

Para Alberto Pérez, presidente del sector alimenticio de la Capeipi, este segmento será el más afectado cuando entre en vigor la medida. Advirtió que diferir las entregas podría alterar su calidad, ya que se trata de productos perecibles.

Por ello, según Pérez, estarán obligados a contratar el servicio de transporte. Esto, en promedio, representará un aumento de costos entre el 20 y 22%. “En este sector no se puede aplazar la entrega, porque se puede perder la mercadería”.

La empresa Global Chem Cía. Ltda. tendrá también limitaciones para trabajar, una vez que entre en rigor el Hoy no circula en Quito.

En este caso, Héctor Mantilla, representante legal de Global Chem Cía. Ltda., mencionó que sus clientes solicitan los productos químicos en función de las necesidades que se presentan en sus procesos, en el sector agrícola o industrial.

Para estas entregas, esta empresa cuenta con dos vehículos, uno para llevar los pedidos al norte y otro, al sur. Estos tienen restricciones para circular el martes y jueves.

No se puede programar la entrega de manera anticipada, porque los hongos, ácaros u otros se presentan de un momento a otro, dijo Mantilla.

Para esta empresa, la medida vehicular implicará una pérdida, porque los clientes recurrirán a otro proveedor.

La Capeipi consideró también que esta medida pondrá en riesgo alrededor de 7 000 puestos de trabajo, porque las personas que conducen los camiones o sus ayudantes no podrán cumplir con su jornada regular de trabajo.

Ruiz expresó que, en estos casos, no resulta rentable trasladar las horas que no trabajaron a la noche o a los fines de semana. La normativa vigente establece para estos períodos el pago de horas extras.

El Código de Trabajo señala que las actividades laborales que se ejecuten el sábado o el domingo deben ser pagadas con el ciento por ciento de recargo. Es decir, se pagará el doble de lo que se cancela en un día ordinario.

Por esto, la Capeipi tenía previsto remitir ayer una comunicación al Municipio de Quito, para solicitar salvoconductos para el transporte del sector productivo. Según este gremio, el 4% del parque automotor que circula en la urbe se usa para este tipo de actividades.

El Municipio de Quito ha anunciado que se trabajará en una resolución para establecer franjas horarias para que este segmento de la economía ingrese a la ciudad, pero hasta el cierre de esta edición aún no se conocían los detalles de este instructivo.

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