Los trabajadores de la Cervecería Nacional realizaron ayer una marcha de protesta contra la decisión de la Jueza Novena de la Niñez y Adolescencia de Guayas, quien prohibió la venta de Pílsener y Club y dispuso que se congelen las cuentas bancarias por USD 90,9 millones.
Alrededor de 500 trabajadores de la Cervecería dejaron un momento sus labores para marchar hasta la Corte Nacional de Justicia (9 de Octubre y Pedro Moncayo), en el centro de Guayaquil, para exigir que se derogue las cuatro medidas cautelares que resolvió la jueza Manuela Calvas. “Queremos trabajar”, “exigimos transparencia en la Función Judicial”, “si se para la producción nos quedaremos sin trabajo” repetían cientos de empleados.
La protesta duró más de dos horas y luego los trabajadores volvieron a sus labores cotidianas en las áreas de distribución, administración, producción.
Hernando Segura, vicepresidente de Asuntos Corporativos de la Cervecería, contó que los empleados están preocupados porque si se paralizan las ventas en este mes no tendrán ingresos. Por ejemplo, dice, los vendedores reciben su sueldo con la venta de los productos y si se paralizan no podrán cobrar.
“Todos están preocupados y piensan que si se congelan las cuentas no podrán cobrar. La empresa ha cumplido con todas sus obligaciones, pero de un plumazo una jueza quiere destruir los sueños de los trabajadores”.
En los alrededores de la Corte Nacional también estuvieron los ex trabajadores que reclamaban el pago de utilidades acumulados en 16 años. Galo Ortiz, ex empleado dijo que los reclamos no tienen nada que ver con los trabajadores nuevos. “Esta lucha es contra los directivos que no quieren reconocer las utilidades que suman USD 90,9 millones”.
Mientras tanto la empresa cervecera sigue con su operación, ya que no ha sido notificada.