Cuenca cumplió 121 días de sequía hidrológica y los embalses de las centrales Mazar y Paute son los más afectados.
La cota en Mazar se ubicó en los 2 111,1 metros sobre el nivel del mar este domingo 10 de noviembre de 2024.
Es decir, desde el 4 de noviembre ha perdido casi cinco metros por tres factores principales.
El primero es que los caudales de la cuenca del río Paute siguen en niveles bajos.
El segundo es porque Mazar opera todos los días -aunque por horas.
El último factor es que sus reservas se entregaron al embalse de la central hidroeléctrica Paute, que está ubicada aguas abajo.
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La generación en Mazar y Paute
Paute es la segunda mayor generadora de Ecuador, luego de Coca Codo Sinclair.
En la casa de máquinas de Paute mantienen niveles alto de producción para cubrir la demanda eléctrica de Ecuador y suplir el descenso en los aportes de otras hidroeléctricas como Agoyán y San Francisco.
El sábado 9 de noviembre generó 5 773 megavatios hora y lo hizo hasta con ocho de sus 10 turbinas.
Mazar y Sopladora, que también forman parte del complejo hidroeléctrico Paute, ubicado en los límites de Azuay, Cañar y Morona Santiago, también están generando.
El Operador Nacional de Electricidad (Cenace) programó para este domingo 10 que este complejo aporte con cerca del 10% de la generación hidroeléctrica.
Coca Codo Sinclair lo hará con el 36%, según el Cenace.
Para este domingo 10 de noviembre se prevé que la producción hidráulica sea el 48%. La diferencia se cubrirá con térmica, eólica, gas natural…
La sequía en Cuenca
Los caudales ríos Yanuncay, Tomebamba, Machángara y Tarqui están bajos. Cuenca enfrenta un sequía hidrológica de 121 días, que es la más larga desde 1973. Es decir, desde que se tienen registros. A finales del 2023 fueron 117 días.
Según el coordinador de la Red Hidrometereológica de Cuenca, Rigoberto Guerrero, para este noviembre se prevé que existan lluvias, pero de forma puntual.
Es decir, por tiempos cortos e intensos, pero no en las zonas de recarga hídricas.
Según Guerrero, eso ocasiona que los caudales de los ríos suban de un momento a otro, pero no sean sostenibles en el tiempo y, prácticamente, no son un mayor aporte para el embalse de Mazar.
Se requieren entre “15 y 20 días de lluvias continuas para salir de esta sequía”, dice el experto.
En diciembre se pronostica que existan más lluvias, pero Guerrero estima que la sequía hidrológica persistirá.