El Gobierno anunció que a partir de hoy reforzará los controles de contrabando de azúcar tanto en carreteras al interior del país como en las fronteras. El proceso estará a cargo de efectivos militares.
El capitán de fragata Alejandro Villacís, director de Operaciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, explicó que recibirán información de parte de la Aduana para determinar los sitios en los que se harán los controles. “Además, tenemos permanentes 55 patrullajes mensuales: 18 marítimos y 37 en fronteras”.Sin embargo, por esos pasos sí existe una fuga de azúcar hacia Colombia y Perú. En esos países el costo del saco de azúcar es entre USD 10 y 15 veces más alto que el que existe en el país.
Según Miguel Pérez, presidente de la Federación Nacional de Azucareros, mensualmente entre 25 mil y 30 mil sacos de 50 kilos han fugado por las fronteras sur y norte. Esto se registra desde enero pasado, agregó el presidente del ingenio Ecudos, Staynley Vera.
Para Silvana Vallejo, coordinadora de Políticas Públicas del Ministerio Coordinador de la Producción, los accidentes en puertos e ingenios azucareros extranjeros y la subida de la cotización del azúcar en la Bolsa de Valores de Londres serían dos de los factores para la subida de precios en esos países.
Para el Gobierno, hay gente inescrupulosa que se está aprovechando de esta situación y acapara los sacos. “Pero también hay que reconocer que la escasez de azúcar es producto de un retraso de la zafra, a causa del clima y del daño de la maquinaria en el ingenio Valdez, en particular”, aclaró Donald Castillo, representante del Ministerio de Agricultura.Por ello, hasta que la situación se normalice se tomarán otras medidas aparte de los controles militares. Una de ellas es la venta directa del producto, durante los fines de semana. A través de brigadas móviles, ingenios como Ecudos venderán hasta dos fundas de dos kilos por persona, a un precio de USD 1,35 cada una.
También se deja en espera un incremento del precio de la tonelada métrica de la caña, para no alterar el mercado. “No es este el momento oportuno de subir el precio, lo estamos analizando”, dijo anoche, en Guayaquil, el ministro de Agricultura, Ramón Espinel, tras participar en una reunión en la que se preparaban operativos de control en Guayas.
El pedido de los productores es que la industria les pague USD 27 por la tonelada de caña; es decir, 7 dólares más que lo recibido desde la cosecha del 2008. Los ingenios azucareros, por su parte, proponen mantener los USD 20.
Astolfo Pincay, presidente de la Unión Nacional de Cañicultores, advirtió que si no autorizan el incremento del precio al productor (congelado desde la zafra del 2008), muchos dejarán de cultivar caña. “Allí sí habrá escasez de azúcar por falta de materia prima, en el próximo año”, indicó.
El precio de la caña está vinculado con el costo del saco de azúcar de 50 kilos: una tonelada métrica cuesta el 75% del valor que se paga por cada saco en la fábrica.