Los diseñadores e industriales ecuatorianos dieron el primer paso para hacer del sector de la moda uno de los íconos productivos del país.
Ecuadormoda arrancó el jueves, en el Centro de Convenciones de Guayaquil y culminó ayer con grandes expectativas de negocios. A diferencia de otros eventos afines, la exposición congregó productos e ideas de origen 99% ecuatoriano, según su organizador, el diseñador Manuel Wolf.
El objetivo es lograr que luego de este primer evento, Ecuador consiga un sitial que los países vecinos han obtenido en la región. Aunque ello no será de forma inmediata. La feria de la moda en Colombia tiene 23 años y Perú lleva 13 años organizándola.
Cerca de 60 exponentes entre fabricantes de vestidos, de lencería y de calzado, así como importadores de máquinas de coser y bordadoras participaron en la cita.
Ecuadormoda sirvió también como un llamado de atención para que los ecuatorianos apoyaran la creación local. “Si el textilero no cree en sus diseñadores, nunca vamos a hacer moda con identidad propia”, agregó Wolf.
Una de las metas es lograr que el país no solo se centre en proveer telas o prendas básicas, sino confecciones más elaboradas.
Según las previsiones del Banco Central del Ecuador (BCE), el valor agregado de la industria de fabricación de prendas de vestir y artículos de cuero fue de USD 443 millones durante el 2009.
Es decir, USD 9 millones menos que un año antes. Su contribución con el Producto Interno Bruto, en cambio, fue de dos puntos porcentuales, tal como se ha mantenido en la última década.
El diseñador peruano José Valdivia cree que la industria de la moda puede tener mayor peso económico. “Pero hay que pensar con creatividad y rentabilidad”.
Otra de las formas de lograr un repunte de la moda es tecnificar a los operarios. “Todavía son muy artesanales y algo empíricos”, dijo Francisco Aguayo, de importadora César Aguayo, de Ambato.
La firma provee de máquinas de coser y bordadoras de la marca Pegasus. Una de ellas incluye un sistema electrónico que permite pegar cuellos de 3 000 camisetas al día. Con las convencionales se cosen 600. Mientras este tipo de tecnología ya tiene 15 años en el mercado mundial, al país llegó hace dos.
Para Antonella Zanchi, quien tiene una marca de bisutería que lleva su nombre, también hay que ser arriesgados para apuntalar al sector. Hace 20 años empezó con la fabricación de botones de tagua, muy cotizados por firmas de alta costura de Europa.