Claro lidera el mercado de telefonía móvil, con 8,6 millones de líneas activas en el 2015. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El país cerró el año pasado con 3,7 millones de líneas menos en la telefonía celular. Según datos publicados por la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel), el número de líneas activas en este segmento cayó drásticamente de 17,6 millones registradas en el 2014 a 13,8 al cierre del año pasado.
El número de líneas activas había venido creciendo sostenidamente hasta 2014.
Conecel (Claro) señaló que la reducción de 3,1 millones de sus líneas activas es propia de la dinámica del sector de telecomunicaciones y del proceso continuo y progresivo de adecuación a la Resolución 304. Otecel (Movistar y Tuenti) dio una explicación similar en torno al bajón de casi 1 millón de líneas activas en el 2015.
La resolución 304, aprobada por el ex Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) en el 2008, determina que una línea de celular prepago se considera activa cuando registra por lo menos una vez, en tres meses, una recarga de saldos o envío de mensajes de texto o recepción de llamadas; y para las líneas en pospago, en cambio, si registra actividad, al menos una vez por mes, o mantenga vigente su contrato.
El escenario para la estatal CNT, en cambio, tuvo un giro positivo. El año pasado en telefonía celular registró un crecimiento total del 37% en líneas activas, con lo cual su participación en este segmento cerró con el 8%, cuatro puntos más que el año previo.
La Arcotel dijo que el menor número de líneas activas puede responder a una “mejora de procesos” internos de las operadoras para cumplir la Resolución 304, aunque anunció que el tema está bajo análisis a través de auditorías.
Augusto Espín, ministro de Telecomunicaciones (Mintel), señala que esta práctica es positiva para el sector porque ahora se cuenta con cifras más reales en el mercado.
Pero también considera que estas acciones de depuración en las líneas activas móviles podrían explicarse por el artículo 34 de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones (LOT), que fue aprobada en febrero del año pasado.
Dicha norma establece que, a fin de evitar las distorsiones en el mercado de servicios de telecomunicaciones, las operadoras de servicios de telecomunicaciones que tengan más del 30% de participación del mercado en función del número de abonados o clientes del servicio concesionado pagarán un porcentaje de sus ingresos totales anuales, que van desde el 0,5% al 9%.
La participación en el total de número de abonados de telefonía móvil Conecel (Claro) se achicó entre 2014 y 2015, al pasar del 67 al 62,5%, aunque sigue ocupando el primer lugar. Le sigue Otecel (Movistar y Tuenti), cuya participación no varió y sigue en el segundo lugar, con un 29%.
Según el titular del Mintel, antes de que se aprobara la Ley Orgánica de Telecomunicaciones, las operadoras utilizaban varias estrategias de marketing para que el cliente no pierda su línea a través del envío o recepción de mensajes de texto (SMS) y llamadas.
“Desde que se aprobó la ley vigente, las operadoras dieron de baja a aquellas líneas que no presentaban actividad. Las compañías están sincerando números y ahora tenemos cifras más reales”, indicó el titular del Mintel.
El año pasado el fisco recibió USD 56,2 millones de Conecel (Claro), por la aplicación del artículo 34. Por su parte,
Directv canceló USD 535 373.
Estos recursos llegaron en momentos en que la caja fiscal registró el golpe de la caída de los precios del crudo.
En relación al pago por participación de mercado, Claro únicamente insistió en que se cambió el precio pactado en la concesión del 2008 al imponer el desembolso de una regalía adicional al Estado ecuatoriano por el número de usuarios y según diferentes rangos de participación de mercado.
“Esta medida, además de atentar contra la seguridad jurídica del contrato de concesión, es discriminatoria porque solo se aplica para operadoras privadas y no a la empresa estatal, que tiene, por ejemplo, más del 90% del mercado de telefonía fija”,señaló.
Claro señala otros factores que incidieron en el comportamiento del sector de telefonía celular el año pasado. La compañía consideró que la concesión de 60 Mhz de frecuencias de espectro adicionales para 3G y 4G LTE les significó una importante inversión que se acerca a los USD 500 millones. Pese a esto, la demora de cinco años en la asignación de espectro adicional para 4G “permitió un monopolio de tecnología a la empresa pública”, indicó Claro.
Otros factores que impactaron a esta operadora fueron la restricción de los cupos de importación de teléfonos, y las medidas restrictivas al comercio como las salvaguardias.